La nueva Ordenanza Municipal de Abastecimientos de Aguas aumenta la protección del medio ambiente en Valencia frente a diversas formas de contaminación, establece mecanismos nuevos tendentes a la utilización más racional de los escasos recursos hídricos, y garantiza la salud de los ciudadanos y mejora, por tanto, su calidad de vida.
Así se desprende del proyecto de texto legal aprobado en la reunión de la Junta de Gobierno Local en la que se ha acordado adaptarse a los cambios normativos y tecnológicos existentes.
La nueva ordenanza se actualiza de acuerdo con la legislación vigente de rango superior, en concreto, el RD 140/2003 sobre calidad de agua de consumo humano y tipología de análisis, al margen de otras normativas que se han tenido en consideración como la de Emivasa.
La nueva Ordenanza Municipal de Abastecimientos de Aguas aumenta la protección del medio ambiente en Valencia
Por lo que respecta a los cambios más destacables con respecto a la anterior, cabe resaltar que, en cuanto a economía del agua, se consideran las condiciones que impongan los Planes de Emergencia por Sequía en situaciones de sequía declaradas.
Asimismo, con la entrada en vigor de la nueva ordenanza la extensión de la Red de Baja Presión en zonas con instalación previa de la Red de Baja Presión que disten 250 metros o menos pasa de ser prioritaria a obligatoria, y también será obligatoria la instalación de la Red de Baja Presión en nuevos ámbitos urbanizables según la planificación establecida.
Por otra parte, según el proyecto de normativa aprobado, en los jardines de menos de 5.000 metros cuadrados sin infraestructura alternativa al agua potable se limitarán los caudales de riego a 3 l/m2 y día, y en casos extremos se podrán admitir riegos de subsistencia para la vegetación.
Por lo que respecta a las interferencias de infraestructuras de aguas con otros servicios, la nueva ordenanza prohíbe el apoyo sobre tuberías, el acceso a arquetas, y la manipulación o captación de señales de telemando y telelectura sin autorización.
La norma también establece la obligatoriedad de dejar libre el espacio sobre las tuberías y actualiza las distancias mínimas a otras infraestructuras en casos paralelismos o cruzamientos.
Además la nueva ordenanza introduce otros cambios que redundarán en la mejora del servicio como son la regulación de los equipos descalcificadores, la instalación de hidrantes de protección contraincendios y la prohíbición expresa de generar alarmas infundadas sobre la calidad del agua con interés comercial o lucrativo. También contempla los avances tecnológicos y por ello incluye la utilización de contadores inteligentes con radiotransmisión.
La normativa actualiza los precios de infracciones y sanciones de pesetas a euros, incluye la obligatoriedad de pago por pérdida de agua en fugas provocadas, adapta las sanciones en función del grado de afección a los usuarios e importancia de la infraestructura dañada, y concede un plazo de un año para la adaptación de las instalaciones existentes con anterioridad a la entrada en vigor de la ordenanza.
