Cerca de Marrakech, en el paisaje semiárido de Marruecos, un humilde cactus que alguna vez fue usado para delimitar parcelas agrícolas y prevenir el hambre, disfruta de un renacimiento que le da un nuevo significado al viejo dicho: “el que guarda siempre tiene”.
La tuna, la fruta comestible del cactus, que hubiera sido descartada luego de su temporada principal, ahora se transforma en jugo para hacer mermelada, en tanto que las semillas son prensadas para convertirlas en un aceite valioso con fines cosméticos. Es importante destacar que, en una parte del país donde la lluvia es menor y escasa, la planta de cactus aprovecha al máximo el agua disponible, es decir, combate la erosión del suelo, crea un ecosistema más rico, y alivia algo de la presión del pastoreo cuando el jugo del cactus se mezcla con la paja para alimentar a los animales.
El desarrollo de la cadena de valor del cactus es un ejemplo más de las decenas de programas y proyectos en curso que procuran identificar los desperdicios, las ineficiencias y la contaminación, para mejorar o inventar nuevos procesos de producción, y para crear valor donde antes había muy poco o no existía.
El compromiso de Marruecos con el crecimiento ecológico es anterior a los ODS
En un momento en que muchas economías agotan sus recursos naturales y enfrentan limitaciones exacerbadas por el cambio climático, Marruecos da un ejemplo al diseñar y adoptar estrategias de crecimiento ecológico en todos los sectores.
El enfoque está en sintonía con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas aprobados en septiembre de 2015. Sin embargo, el compromiso de Marruecos con el crecimiento ecológico es anterior a los ODS: el derecho a un medio ambiente saludable y un desarrollo sostenible fue consagrado en la Constitución de Marruecos en 2011. El Banco Mundial apoya la visión de un crecimiento verde del país, proporcionando financiamiento en forma de préstamos para políticas de desarrollo, proyectos de inversiones y asistencia técnica.
“El derecho al desarrollo sostenible no significa proteger el medio ambiente a expensas de la economía”, explica el Dr. Hakima El-Haite, ministro delegado encargado del Medio Ambiente de Marruecos. “Significa ser lo suficientemente inteligente como para encontrar un equilibrio entre el desarrollo económico, la movilidad social y la protección de los recursos, de manera que queden suficientes recursos para nuestros hijos y nuestros nietos”. Este compromiso se traduce en un amplio conjunto de reformas –incluidas las reformas a los subsidios a la energía, la zonificación costera, la regulación de la contaminación y la gestión de la pesca– que le han dado prestigio al país, que se prepara para ser el anfitrión de las próximas conversaciones sobre el cambio climático después de París.
Energía más limpia y más ahorros
El aspecto más destacable del cambio normativo es probablemente la eliminación gradual de los subsidios a los combustibles fósiles desde 2012. Junto con la regulación a favor de las energías renovables, el fin de los subsidios a dichos combustibles abrió oportunidades para el aumento de la eficiencia energética e hizo que las energías renovables sean más competitivas.
Tanto las industrias grandes como las pequeñas buscan ahora generar energía y ahorros usando subproductos y desechos de la producción. Según Said Mouline, jefe del Organismo Nacional para el Desarrollo de las Energías Renovables y la Eficiencia Energética, las industrias del sector privado ya generan unos 500 megavatios de energía eólica para su propio uso. “Toda esta actividad no hubiera sido posible sin el fin de los subsidios”, dice Mouline. “No hay economía ecológica sin regulación”.
A nivel nacional, el sector energético experimenta un cambio generalizado que se caracteriza por grandes inversiones en energías renovables y la sólida participación del sector privado como productores independientes de energía. Esta es una buena noticia no solo en términos de la mitigación del cambio climático, sino también para el desarrollo humano y el bienestar de las personas. Los ahorros generados por la eliminación de los subsidios a la gasolina, el diésel y el fuelóleo pesado han permitido que el Gobierno aumente su gasto en sectores sociales como la salud y la educación, especialmente para los pobres: las asignaciones para el Fondo de Cohesión Social, que financia los programas de redes de protección social, se duplicaron como proporción del gasto público entre 2012 y 2015.
En la agricultura de secano, la siembra directa conserva la humedad del suelo y la capa vegetal y ayuda a estabilizar el rendimiento de los cereales en épocas de sequía
Una agricultura con mayor capacidad de adaptación y un uso eficiente del agua
La agricultura representa en promedio el 16 % del producto interno bruto (PIB) pero da empleo a un 40% de la fuerza laboral del país. La estrategia nacional conocida como Plan Maroc Vert (Plan Marruecos Verde) busca aumentar el valor agregado del sector y crear puestos de trabajo intentando al mismo tiempo que la agricultura sea más sostenible, inclusiva y resiliente.
Este plan incluye el apoyo a las prácticas inteligentes en relación con el clima, tanto en la agricultura de secano como de riego.
En la agricultura de secano, la siembra directa es una técnica que conserva la humedad del suelo y la capa vegetal y ayuda a estabilizar el rendimiento de los cereales en épocas de sequía.
En la agricultura de riego, la introducción del riego por goteo trata de abordar la escasez cada vez mayor de agua. Según Brahim Berjamy, responsable de los sistemas de información y las comunicaciones de la Agencia de la Cuenca del Río Tensfift en Marrakech “es necesario que nos centremos en administrar la demanda para que el uso sea más racional y eficiente”.
Pesca y empleo para la próxima generación
El impacto del cambio climático en la pesca marítima puede manifestarse de muchas maneras, entre ellas la migración observada y prevista de ciertas especies, en respuesta al aumento de la temperatura del mar, la acidificación y los cambios en los patrones oceánicos. Por ahora, sin embargo, las principales amenazas para el crecimiento son las prácticas pesqueras ilegales, no declaradas y no reglamentadas, que ponen en peligro la renovación de la población de peces y los medios de subsistencia de unos 500 000 marroquíes.
Para hacer frente a esta amenaza, Marruecos ha invertido en una serie de medidas que incluyen un sistema satelital de seguimiento de barcos, que requiere que todas las embarcaciones pesqueras de ciertas dimensiones estén equipadas con balizas que permiten que sean monitoreadas en tiempo real, con una clara rastreabilidad. Los barcos de pesca también deben respetar las áreas cerradas donde se reproducen algunas especies específicas, y seguir las reglas sobre los aparejos de pesca y los requisitos de tamaño mínimo aceptables.
Otras reformas relacionadas con el crecimiento ecológico buscan mejorar la gestión de las zonas costeras, desarrollar una acuicultura sostenible en las zonas rurales, donde vive el 70 % de los pobres, y generar más ingresos a través de la preservación de los bienes naturales. El turismo basado en la naturaleza, en particular, es un segmento de rápido crecimiento de la industria turística mundial y tiene el potencial de crear puestos de trabajo y generar crecimiento económico en Marruecos.