(IUCN) Un grupo de organizaciones de las comunidades fronterizas de Barranco y Las Tablas en Panamá, preocupadas por la calidad del agua y el abastecimiento de agua potable se conformaron en un comité que dará seguimiento a la gestión de microcuenca Quebrada Rosa, un efluente en la cuenca Binacional del Sixaola.
La Quebrada Rosa abastece a 18 familias. La parte alta de esta microcuenca presenta una problemática creciente de deforestación y los pobladores indican que hay numerosas muestras de erosión por la cantidad de sedimento que recibe el río en la parte baja. En la inundación del 2008 se registró un fuerte deslizamiento de tierra y de manera natural parte del suelo quedó desnudo e incluso se llevó parte del pueblo. En la zona principalmente se da el cultivo de plátano, pero en el área de la Quebrada Rosa hay mucha agricultura de subsistencia.
Por este motivo, y apoyadas por el proyecto "Gestión del Agua para la Adaptación al Cambio Climático" financiado por la iniciativa Internacional del Clima de Alemania, diversas organizaciones locales se han unido para formarse en gestión integrada de recursos hídricos y preparar una estrategia de adaptación al cambio climático.
Las organizaciones que se han agrupado son muy diversas, desde el Comité de Deportes, la Asociación para la Conservación de la Quebrada Rosa de Las Tablas, el Comité de Jubilados, el grupo de jóvenes Panamá Verde, y el Grupo de Productores y el Grupo Integrado de Emergencia y Salud, además del Comité de Aguas.
Este grupo ya ha comenzado la recuperación de las riberas del río a través de actividades de reforestación. Desde que se conformaron se han sembrado más de 1000 árboles durante 3 jornadas de reforestación, y han contado con una activa participación de estudiantes del colegio local con sus profesores.
La Ley de ANAM establece que deben crearse comités de subcuencas y debe ser inscrito en términos legales para que tenga personería jurídica. Sin embargo, hasta este momento no se había creado ninguno.
La parte baja de la Cuenca Binacional del Sixaola, es una zona muy vulnerable y este es un paso crucial para prepararse para el cambio climático, ya que las comunidades organizadas son más resilientes.