En el Perú, la cuenca del río Rímac es fuente de agua que abastece a más de 9 millones de habitantes, lo que representa el 30% de la población del país en la ciudad capital, además permite la generación de 550 MW de energía limpia que permite el riego de más de 3000 has agrícolas y 1500 has de áreas verdes de la ciudad.
Sin embargo, en las últimas décadas su calidad viene deteriorándose a causa de vertimientos de aguas residuales sin tratamiento y disposición de residuos sólidos en la ribera y en el cauce, lo que constituye un problema complejo. Genera además el deterioro de la salud de las personas, elevados costos para el tratamiento y la perdida de ecosistemas acuáticos naturales.
El problema de deterioro de calidad del agua se presenta en toda la cuenca. En la parte alta tiene mayor incidencia los pasivos ambientales de origen minero y en la parte baja y media, los vertimientos de aguas residuales poblacionales e industriales.