La Autoridad Nacional del Agua (ANA) del Ministerio de Agricultura y Riego, y la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass) suscribieron un convenio marco de cooperación interinstitucional, con el fin de fortalecer el monitoreo y gestión adecuada de las aguas subterráneas y el proceso de restauración del río Rímac.
Con los principales funcionarios de ambas instituciones reunidos en la sede de la ANA, el presidente del Consejo Directivo de la Sunass, Fernando Momiy Hada, y el jefe de la Autoridad Nacional del Agua, Juan Carlos Sevilla Gildemeister, firmaron el acuerdo que permitirá una mayor articulación entre ambas entidades para una mejor gestión hídrica, en el marco del Sistema Nacional de Gestión de Recursos Hídricos.
Momiy Hada subrayó que los temas prioritarios son monitorear y gestionar adecuadamente las aguas subterráneas, especialmente en Lima, Trujillo, Arequipa e Ica, y recuperar el río Rímac, para asegurar un adecuado abastecimiento de agua potable a la población.
Enfatizó que, a través del convenio, ambas entidades se están adelantando para evitar una crisis hídrica y aseveró que el río Rímac no puede continuar siendo el ‘gran botadero de basura de Lima’.
Por ello, agregó que los 1000 millones de dólares que costará la recuperación del denominado ‘río hablador’, como parte del Plan Maestro para la Restauración de la Cuenca del Río Rímac que impulsa la ANA, será la mejor inversión que podrá realizar el próximo gobierno.
A su turno, Juan Carlos Sevilla destacó la unión de esfuerzos y experiencias de ambas instituciones para solucionar problemas comunes y lograr la seguridad hídrica nacional.
El jefe de la Autoridad Nacional del Agua recalcó que se debe gestionar el agua en forma integrada y multisectorial, haciendo funcionar el Sistema Nacional de Gestión de Recursos Hídricos y, de esta forma, cumplir con el mandato de la ley y los principios de la gobernanza hídrica.
Al término de la suscripción del convenio, el presidente del Consejo Directivo de la Sunass recibió un solapín dorado y una placa recordatoria, por parte del jefe de la Autoridad Nacional del Agua, y redactó un mensaje en el Libro de Oro de la ANA.