(Xunta) El conselleiro gallego de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, Agustín Hernández, destacó que la Comunidad gallega completó hoy la ordenación total de sus cuencas hídricas, con la aprobación del Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica del Duero. Este fue uno de los temas abordados esta tarde en la reunión del Consejo Nacional del agua, al que asistió el responsable de Medio Ambiente del Ejecutivo Autonómico.
Hernández señaló que con el visto bueno al último de los plan hidrológicos que afecta a Galicia se cierra el ciclo iniciado con la aprobación del Plan Hidrológico Galicia- Costa, en el que se incluyen las cuencas hidrográficas que dependen de la comunidad autónoma, que entró en vigor a finales de 2012 y que fue un ejemplo de tramitación eficiente.
El plan de la Demarcación Miño- Sil recibió el visto bueno en el Consejo Nacional del agua en junio del año pasado y está sólo pendiente de la aprobación del decreto correspondiente por el decreto para su entrada en vigor; al igual que el Plan del Cantábrico, que también recibió la aprobación del Consejo en junio de 2012.
Hernández destacó la importancia de tener regulados los recursos hídricos de Galicia según requiere la Directiva Marco europea, puesto que suponen casi un 25% de los recursos de España, lo que significa mucho toda vez que la superficie de la comunidad representa el 6% de la estatal.
La aprobación de estos documentos es relevante por el éxito conseguido en la planificación hidrológica, que permite sentar las bases para una mejor gestión del agua en la Comunidad y lograr una mejora de su estado ecológico.
Plan Hidrológico del Duero
La Demarcación Hidrográfica del Duero incluye parte de la provincia de Ourense, ocupando una superficie de 1.136,81 km2 distribuidos en 10 ayuntamientos, con una población de 30.485 habitantes.
El Plan determina para Galicia ciertas zonas protegidas, incluyendo 4 zonas de baño, el LIC río Támega, una zona de protección especial llamada Alto Támega y afluyentes y los humedales asociados al sistema del río Támega. Se establecen además perímetros de protección para las aguas minerales de Cabeiroá, Fontenova y Sousas, con una superficie de 1.536,2 hectáreas.