Tan solo el 20 por ciento de las aguas residuales mundiales reciben tratamiento, dejando a los países en desarrollo más afectados por el agua contaminada y por las enfermedades, según un informe de la ONU que insta a los gobiernos a valorar las aguas residuales tratadas como un recurso y situarlas como prioridad en la agenda de desarrollo post-2015.
El informe, titulado “Gestión de Aguas Residuales“, sostiene que la gestión y tratamiento de las aguas residuales se ha descuidado en el afán de comercializar la producción de agua potable, situación que se agrava por sistemas de gestión del agua fragmentados en muchos países, y el uso de tecnologías que a menudo están diseñadas por separado.
También señala que el daño causado por las aguas residuales a los ecosistemas y la biodiversidad es grave, y supone una amenaza para la salud humana y la actividad económica.
Por otra parte, además del análisis de la situación, el documento ofrece numerosos ejemplos de soluciones con tecnología de bajo costo y on-site que ahora están disponibles en los países de bajos ingresos, donde falta la infraestructura de apoyo a los sistemas de tratamiento de agua.
El texto, co-escrito por ONU-Hábitat y el PNUMA, señala que 21 de las 33 megaciudades del mundo están emplazadas en la costa, en ecosistemas extremadamente frágiles y en riesgo. En éstas, se estima que la población se duplicará en las próximas cuatro décadas, y los países de bajos ingresos poseen sólo el 8% de la capacidad necesaria para tratar las aguas residuales de manera efectiva. Sin una acción urgente para mejorar la gestión de las aguas residuales, la situación puede empeorar. ONU-Hábitat afirma que la planificación urbana eficaz, la legislación y el financiamiento son el primer paso para abordar el desafío de aguas residuales.
Descarga aquí el informe completo: [Wastewater Management- A UN-Water Analytical Brief]