El Gobierno iraquí tiene previsto gastar miles de millones de dólares durante los próximos dos o tres años en medio centenar de proyectos de agua y alcantarillado para los que buscarán contar con contratistas extranjeros, según ha informado este martes el ministro de Municipios y Trabajos Públicos, Adil Mhoder.
Los empresarios se han mostrado reacios a realizar infraestructuras en Irak debido a la lentitud de los procedimientos diplomáticos.
El ministro ha asegurado que el Gobierno está tomando medidas, entre ellas facilitar la expedición de visados a los empresarios, para fomentar que los contratistas extranjeros se establezcan en el país. Por el momento los empresarios se han mostrado reacios a realizar infraestructuras en Irak debido a la lentitud de los procedimientos diplomáticos, la inestabilidad política y la falta de seguridad. El ministro de Municipios y Trabajos Públicos ha informado de que los proyectos que se asignarán en 2014 tendrán una asignación de unos 1.500 millones de dólares (más de 1.122 millones de euros) al año durante dos o tres años. Mhoder ha cifrado en 50 los nuevos proyectos, que estarán destinados a construir una infraestructura de alcantarillado y el abastecimiento del agua desde los ríos Tigris y Éufrates. "Solicitaremos a las empresas que presenten sus proyectos en 2014", ha afirmado Mhoder. "A finales de 2013 estos proyectos habrán pasado la fase de planificación y necesitarán ser puestos en marcha", ha precisado. El ministro ha nombrado otras medidas para facilitar el trabajo a los empresarios extranjeros, como la aceleración del proceso de adjudicación de contratos.
En su intento de reclutar empresas extranjeras, el Gobierno iraquí también ha ofrecido cartas de crédito que podrían ser empleadas por los contratistas que necesiten importar equipamiento y otro tipo de materiales.
Mohder ha asegurado que su Ministerio supervisa actualmente al menos 50 proyectos de infraestructuras, la mayoría de empresas de Asia y Oriente Próximo que están más dispuestas a correr riesgos que las compañías occidentales, según ha precisado un contratista iraquí. La violencia en Irak ha aumentado en los últimos meses, con al menos 800 iraquíes muertos durante el mes de agosto, según la cifra recogida por Naciones Unidas. Tras la retirada de las tropas estadounidenses del país han aumentado las preocupaciones de una vuelta a la violencia sectaria de 2006 y 2007, cuando la cifra de muertes llegó a alcanzar algunos meses las 3.000 personas.