El regadío español peligra por la subida de las tarifas eléctricas que impone el Gobierno. Así lo ha expresado Andrés del Campo, presidente de la Federación Nacional de Regantes (Fenacore) durante una rueda de prensa celebrada la mañana de este martes para dar a conocer los reclamos y peticiones de un sector “especialmente castigado por el tarifazo”, en palabras del Secretario General, Juan Valero.
Durante la misma, Del Campo ha afirmado que los costes fijos de la tarifa eléctrica se han incrementado con la excusa del déficit en más de un 1.000% desde 2008, de manera que los regantes han pasado a pagar de cerca de 390 millones de euros al año a más de 700: 311 millones de euros más. Esto ha supuesto además que para el agricultor, el coste de regar pase de un 7 a un 40% de los costes totales de producción, y que la factura eléctrica aumente en más ed un 80%. Las regiones más afectadas son Andalucía, las dos Castillas y Aragón, y respecto al tipo de cultivo, los de interior sufren mayores consecuencias.
Los costes fijos de la tarifa eléctrica se han incrementado en más de un 1.000% desde 2008
Es por ello que la práctica totalidad de las organizaciones agrarias secunda la protesta convocada para el 26 de febrero ante las delegaciones de Gobierno de Valladolid, Sevilla, Badajoz, Valencia y Zaragoza, bajo el lema "El regadío agoniza. No al tarifazo eléctrico”. Con esta manifestación, los regantes expresan su desacuerdo con el incremento de los costes fijos de la factura de la luz, reclaman un IVA reducido y piden poder hacer dos modificaciones al año de la potencia contratada. “Se está pagando energía se utilice o no se utilice”, ha dicho Del Campo a iAgua. “Por eso, no pedimos subvención, sino un aplicación racional de los costes energéticos para el regadío”, ha concluido.
Además, ha manifestado que con la subida, la modernización de regadíos en España exigida por la Administración se traduce en un mayor gasto energético y un fomento del despilfarro, al penalizarse el no uso de la energía. También ha hecho notar que si el regadío se ve abocado a la desaparición, “se abandonarían muchas zonas regables, sobre todo en el interior de la Península, ya que están limitados por el clima”. “Si desparecen esas zonas, podemos olvidarnos de cualquier otra actividad relacionada con el mundo rural”.
El regadío español
No obstante, las características del sector en España tampoco facilitan la aplicación de las medidas exigidas. Y es que en España existen actualmente más de 7.200 comunidades de regantes, de las cuáles más de 3.000 tienen una extensión inferior a 100 hectáreas. Por ello, Andrés del Campo ha apuntado que si bien continuarán reclamando la adaptación de las tarifas eléctricas a su actividad, se han de aplicar medidas en paralelo. Ejemplos de ellas serían la biotecnología o el uso de balsas de acumulación de agua.
Para ello, Fenacore colabora con diversos organismos de investigación. Destaca la colaboración con la Comunidad Euromediterránea de Regantes (EIC), en un proyecto que favorecerá el uso inteligente de la energía, tal y como ha recalcado Juan Valero, Secretario General de la Federación.
Finalmente, Andrés del Campo ha anunciado que la organización mantendrá una reunión con los representantes de Industria el miércoles 12 de febrero para tratar estos asuntos.