La Comisión Europea lleva a Austria ante el Tribunal por no garantizar la protección adecuada del río Schwarze Sulm en Estiria. La Comisión considera que la construcción propuesta de una central eléctrica causaría un grave deterioro de la calidad del río, que es uno de los más largos todavía impolutos de la región.
Considera también que la autoridad regional no respetó los requisitos de calidad del agua de la Directiva marco sobre el agua al autorizar el proyecto de central hidroeléctrica en 2007. El permiso en cuestión fue revocado por el Ministerio Federal de Medio Ambiente en 2009, pero el Tribunal Constitucional de Austria rechazó en 2012 esta revocación por motivos puramente formales. Por lo tanto, el permiso entró en vigor y no puede ya impugnarse ante un órgano jurisdiccional nacional. Esto llevó a la Comisión a incoar un procedimiento de infracción en 2013, pues la autorización para la central eléctrica no se ajusta a los requisitos de la Directiva marco sobre el agua. Como parece que han comenzado las obras del proyecto, la Comisión remite el asunto al Tribunal de Justicia de la UE, por recomendación de Janez Potočnik, Comisario de Medio Ambiente.