La conselleria de Medio Ambiente balear implantará un nuevo sistema de tarifas progresivas para el consumo de de agua, mediante el cual se penaliza a los usuarios que malgastan el agua y se premia a los estimulan el ahorro. De este modo, "el que consume menos, pagará menos, y el que consume más, pagará más", y las tarifas de los más derrochadores se multiplicarán por ocho con respecto a los mínimos establecidos.
Para ello, el departamento que dirige Miquel Ángel Grimalt ha elaborado un borrador de decreto, que estará aprobado a final de año, que obliga a todos los municipios de las Islas introducir tarifas progresivas, que permitirá cumplir con la Directiva Europea Marco del Agua, que exige que a partir del 2010 una política de precios del agua que incentive la eficiencia los recursos hídricos.
En Baleares, existen 13 municipios que todavía no aplican este sistema -Alcúdia, Capdepera, Manacor, Muro, Felanitx, Santa Margalida, Santanyí, Es Castell, Es Mercadal, Ferreries, Sant Joan de Labritja, Sant Antoni de Portmany y Santa Eulàlia-. El resto de Ayuntamientos la aplican, pero no obstante deberán adaptarse a los baremos establecidos -en función de los metros cúbicos mensuales que consuma cada persona-.
Grimalt destacó que la medida "permitirá evitar la pérdida de agua potable y al mismo tiempo incentivar a los usuarios para que practiquen un uso responsable de este bien natural, compensando a los los que más ahorren".
Además, se contempla bonificaciones del 50 por ciento para las familias numerosas y un 10 por ciento de descuento para los consumidores que hayan recudido su consumo de agua con respecto a la facturación del año anterior.
Tramos de tarifas progresivas
El decreto establece cuatro tramos diferentes. Así, el tramo 1 - menos de 10 metros cúbicos mensuales por habitante- representa un consumo de 80 litros por persona y día y corresponde a una familia "responsable". El tramo 2, -de 10 a 25 metros cúbicos mensuales- fija el consumo en 208 litros por persona y día, y responde a una familia que "no aplica las buenas prácticas" de ahorro.
El tramo 3, -de 25 a 40 metros cúbicos mensuales- suponen 333 litros por persona y día, mientras que el tramo 4, -de más de 40 metros cúbicos mensuales- corresponde a usuarios que cuentan con grandes jardines y piscinas. Asimismo, se fijan baremos para los hoteles en función de las plazas de cada establecimiento.
Los Ayuntamientos dispondrán de un año para adaptarse y "tendrán un margen para aplicar las tarifas que consideren oportunas", según señaló el conseller, quien precisó que deberán "respetar los mínimos que establece el decreto".
De este modo, que a partir de la tarifa del tramos 1 se fijarán las otras. Las tarifas de los tramos 2 deberán multiplicar por dos las del tramo 1; las del tramo 3, multiplicará por cuatro la del tramo 1, mientras que la tarifa del tramo 4, multiplicará por ocho la del tramo 1.
La puesta en marcha de esta medida no supondrá en ningún caso una mayor recaudación para los Ayuntamientos puesto que "los incrementos de los mayores consumidores compensarán las reducciones de los que menos consumen", agregó el director de recursos hídricos, Isidre Canyelles.
Otras medidas de ahorro
El decreto prevé también aportaciones económicas de la conselleria de Medio Ambiente a los planes de obras y servicios de los Consells Insulars para las obras hidráulicas de los municipios, inversiones para la detección y control de las fugas de agua en las redes, un aspecto al que, según dijo, se le prestará especial atención en esta legislatura.
Finalmente, destacó que además se establecen ayudas y concesiones para la reutilización de aguas depuradas destinadas al riego de zonas verdes y la limpieza viaria.
Esperemos que exista voluntad política para llevar a buen puerto estas intenciones, ya que tenemos experiencias recientes en las que no se ha querido asumir el coste político de este tipo de medidas, tan necesarias por otra parte: