Las empresas Telvent, Befesa y Page han anunciado hoy que se encargarán del mantenimiento, la actualización y la explotación del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Cuenca Mediterránea Andaluza. El contrato, adjudicado a la UTE por la Agencia Andaluza del Agua, es por un período de dos años, ampliable a cuatro, y supera los 3,2 millones de euros.
Uno de los objetivos de la Cuenca Mediterránea Andaluza es mejorar la distribución y la calidad del agua, así como garantizar su suministro, para lo que es imprescindible el buen funcionamiento de la red de información hidrológica del sur. El mantenimiento de esta red va a permitir la gestión integrada y sostenible del SAIH, que ofrece información básica, de calidad y en tiempo real sobre las condiciones hidrológicas y, en general, sobre el estado de toda la cuenca: desde las precipitaciones que se producen en un lugar determinado, hasta el nivel de los embalses y ríos de la zona.
A día de hoy, las sequías y las inundaciones son dos de los fenómenos meteorológicos que más atención merecen. A través de este contrato, que contempla además del mantenimiento, la actualización del sistema, la instalación de nuevos sensores y la limpieza de cauces de ríos y canales, se podrán obtener medidas más exactas del nivel de agua circulante, lo que ayudará en la toma de decisiones anticipadas para afrontar este tipo de eventos y minimizar así el impacto de posibles crecidas, desbordamientos, inundaciones, etc.
Finalmente, se mejorarán aquellos aspectos de la red más limitados en la actualidad, desde el punto de vista de las prestaciones potenciales del sistema, con vistas a aumentar tanto su fiabilidad como la rentabilidad.
La cuenca mediterránea andaluza se extiende sobre una superficie de casi 18.500 Km2 a lo largo del extremo más oriental de Andalucía, dando servicio a una población de más de dos millones de habitantes, a los que se suman, al menos una vez al año, otras 600.000 personas que eligen la zona como destino turístico. El turismo y la agricultura intensiva bajo invernadero se han configurado como los principales activos económicos en la cuenca. Lograr una gestión óptima y eficiente del recurso hídrico en el territorio se convierte en un factor clave para la supervivencia de estos activos económicos y la garantía de suministro a la población.