La Confederación Hidrográfica del Ebro ha autorizado la realización de una crecida controlada aguas abajo del embalse de Flix, en Tarragona. Este desembalse cumple el protocolo fijado con Endesa para intentar frenar el fuerte desarrollo de la vegetación, fundamentalmente algas (macrófitos), en el río Ebro en su tramo inferior.
La operación se desarrollará, según lo previsto, entre las 9.00 horas y las 23.00 horas del 2 de diciembre y el caudal máximo que se alcanzará es de 1.350 m³/s. Estos desembalses se realizan dos veces al año y se controlan para no causar afecciones aguas abajo.
Los efectos de la crecida de los caudales, que se realizará de forma progresiva partiendo de los caudales circulantes a la hora fijada para el comienzo, se notarán principalmente en el meandro de Flix, Ascó y Vinebre. A partir de Mora d´Ebre la laminación natural de la crecida disminuirá su efecto.
La proliferación de macrófitos en este tramo del Ebro ha afectado incluso a las mediciones de caudales en las estaciones de aforos que la Confederación Hidrográfica del Ebro tiene situadas en Ascó y Tortosa. El desarrollo de la vegetación modifica la velocidad del agua y con ello también la altura y los cálculos que se realizan para obtener la cifra de caudal. Por ello, el Organismo de Cuenca está utilizando este año el nuevo método doppler que se basa en el uso de ultrasonidos para adaptar la nueva realidad del río a los cálculos de caudal.
Este desembalse programado se puede seguir a través de la página web de la Confederación Hidrográfica del Ebro, en el enlace del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH).