Este domingo, aprovechando una preciosa jornada soleada en el norte de Madrid, me decidí a saldar una de las cuentas pendientes que tenía desde que hace ya más de un año me vine a vivir aquí. Así que, ni corto ni perezoso, de buena mañana metí en mi navegador la dirección apróximada del pueblo de El Berrueco con la intención de visitar los embalses de El Villar y El Atazar.
Os dejo a continuación una pequeña reseña de cada uno de los embalses (obtenida de la Wikipedia) y las fotos que pude tomar. Sin duda, una excursión muy recomendable.
Embalse de El Villar
El embalse de El Villar está situado en el curso bajo del río Lozoya, en la Sierra de Guadarrama. Es el más antiguo en funcionamiento de toda la región y de todo el sistema de embalses del Canal de Isabel II. Fue terminada e inaugurada en 1873, pero a lo largo de más de un siglo ha sido sometida a diversas reformas y actualmente sigue prestando servicio.
La presa tiene 107 metros de longitud y 5 metros de anchura en la coronación. La altura del muro es de 50 metros. Puede almacenar hasta 22,4 hm³ de agua y ocupa una superficie máxima de 144 hectáreas que conforman 20 kilómetros de ribera. La fábrica de la presa es de cemento, hormigón y sillarejo con remates de sillería.
Al ser ésta la primera presa de bóveda construida en el mundo, se convirtió en todo un referente dentro de las obras hidráulicas de su época. Esta es la causa por la que este tipo de construcciones se las conoce en el resto del mundo con el nombre de "presas españolas".
Embalse de El Atazar
El embalse de El Atazar es el mayor de la Comunidad de Madrid: con una capacidad de 425,3 hm³, representa el 46% del volumen embalsado de la región. Fue construido en 1972, siendo una de las obras más importantes de la dictadura. Es el quinto embalse en el sentido de la corriente que se encuentra el río Lozoya a su paso y pertenece a la red del Canal de Isabel II.
La construcción se inició en 1965, siendo Ministro de Obras Públicas Juan Vigón, con un presupuesto inicial que rondaba los mil millones de pesetas. Las obras se prolongaron hasta 1972, siendo éste el último embalse inaugurado por Francisco Franco. El coste final de la colosal obra quintuplicó las previsiones a causa de los problemas geotécnicos ocasionados por la litología de la zona y por una mala evaluación de la capacidad de soporte de las pizarras.
La presa es de doble bóveda, con una altura de 134 m sobre cimientos y una longitud de 484 metros en la coronación. Está construida en hormigón y su espesor varía entre los 45 metros de la base y los 7 m de la coronación.