Tras las dos Jornadas de Participación Pública sobre Temas Importantes de Gestión de Agua organizadas por la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil y la Región Hidráulica del Norte de Portugal, se han detectado treinta grandes temas en los que hay que seguir trabajando con especial atención.
El cumplimiento de los objetivos medioambientales y de gestión de agua establecidos en la Directiva Marco del Agua y la necesidad de prestar cierta atención a la demanda y a la racionalidad en el uso del agua, son algunos de los temas que más preocupan a los agentes sociales, económicos, medioambientales y políticos participantes, en la parte española de la cuenca del Miño-Lima.
En el norte de Portugal se han identificado diecisiete temas sensibles que requieren especial atención. Once de ellos relativos a presiones e impactos sobre las cuencas del Miño y del Limia y seis, de carácter normativo, organizacional y económico. La mayoría de los temas, tanto en la Jornada celebrada en Galicia como en la celebrada ayer en Portugal, están relacionados con la calidad de las aguas y el desarrollo económico.
Entre los asuntos que preocupan a técnicos de la Confederación del Miño-Sil, a los del Organismo homólogo del norte de Portugal y a los representantes de los diferentes colectivos asistentes a las Jornadas, se encuentra el saneamiento, los aprovechamientos hidráulicos, las alteraciones hidromorfológicas, los caudales ecológicos, la contaminación provocada por la actividad agrícola en el Limia y las posibles inundaciones.
Estos encuentros de trabajo entre los dos Organismos han servido para que se comprometieran a promover el uso racional y eficiente del agua, a estudiar la posibilidad de crear la figura del gestor de río, y a analizar la compatibilización del desarrollo de los usos hidráulicos y recreativos.
Tanto del Presidente de la Miño-Sil, Francisco Fernández Liñares, como el Presidente de la Región Hidráulica del Norte de Portugal, Antonio de Brito, valoraron positivamente los resultados de ambos encuentros y, no descartaron la posibilidad de convocar nuevas reuniones de trabajo.