Más de 100.000 personas en el norte de Iraq han sido forzadas a evacuar sus casas desde el 2005 debido a una severa escasez de agua, según un estudio de la UNESCO. Las sequias y el exceso de bombeo de agua en pozos han hecho bajar los niveles de los acuíferos en la región, causando de esta manera una caída en las corrientes de agua de viejos acueductos subterráneos, conocidos en Iraq como karez, de los cuales dependen cientos de comunidades.
El estudio es el primero en documentar los efectos de la actual sequia en los sistemas llamados karez, de los cuales han dependido miles de iraquíes durante siglos para obtener agua potable para el consumo y para sus actividades agrícolas.
Designados especialmente para las zonas áridas, los karez son célebres por su habilidad de mantenerse productivos aún durante las épocas de sequía. Sin embargo, el estudio de la UNESCO confirma que desde que empezaron las sequias hace 4 años, el 70% de los karez activos se han secado. La sobreexplotación de las aguas subterráneas a través de modernos pozos de bombeo ha sido también un factor principal. A Agosto de este año, sólo 116 de 683 sistemas karez en el norte de Iraq abastecían con agua a sus beneficiarios.