La concentración de la población de la Tierra en grandes aglomeraciones urbanas es una tendencia iniciada en la segunda mitad del siglo XX y que continúa con fuerza en el siglo XXI, especialmente en los países de las economías emergentes. Ello conlleva la pavimentación e impermeabilización de ingentes extensiones de suelo, lo cual produce una disminución de la infiltración del agua de lluvia y de la recarga de acuíferos, así como un incremento de los caudales instantáneos de escorrentía, favoreciendo las inundaciones e aumentando la contaminación difusa que alcanza las masas de agua.
Los efectos nocivos de la impermeabilización del suelo son ya una evidencia contrastada. En los últimos años se ha desarrollado la conciencia de la necesidad de revertir la situación y de gestionar el agua de lluvia. Conceptos y expresiones como "rain harvesting", "stormwater management" o "sustainable drainage systems" (SuDS) forman parte ya del vocabulario cotidiano de muchos de los profesionales del urbanismo y del mundo del agua.
La pavimentación e impermeabilización de ingentes extensiones de suelo produce una disminución de la infiltración del agua de lluvia y de la recarga de acuíferos
En nuestro país la gestión del agua de lluvia ha cobrado un fuerte impulso a rebufo de las tendencias internacionales, pero también gracias a la transposición a la legalidad española de la Directiva europea 2007/60 sobre la evaluación y gestión de las inundaciones. Esta directiva no sólo pone el acento en la gestión de las inundaciones, sino que también establece que se analicen las causas que las agravan y propone la implantación de medidas compensatorias, intentado corregir los efectos perversos apuntados anteriormente. Medidas como la mejora de la retención local de agua, del incremento de la infiltración del agua en el suelo, de la recarga de acuíferos, y de la disminución de la contaminación que llega a las masas de agua naturales son algunas de las actuaciones a desarrollar en el futuro para dar cumplimiento a la mencionada directiva.
Estas medidas deben implantarse a nivel municipal y deben ser tenidas en cuenta en las actuaciones de las administraciones locales, en instrumentos como los planes urbanísticos de diferentes niveles, en las ordenanzas de vertido, en las ordenanzas de aprovechamiento de las aguas de lluvia, en la definición de las zonas con tendencia a la inundación ("flood prone areas"), en el diseño de sistemas de alcantarillado, en la utilización de sistemas de pavimentación permeables o en la aplicación de compensaciones económicas a particulares por inundación de terrenos, entre muchas otras medidas de posible aplicación.
La próxima actividad organizada por Adecagua es una jornada técnica sobre la gestión del agua de lluvia en zonas urbanas que lleva por título "Más agua y menos contaminación" y que se celebrará en la sede del Área Metropolitana de Barcelona el próximo 26 de febrero de 2015. Esta jornada técnica va dirigida a los diferentes responsables de las administraciones locales, promotores urbanísticos e industriales y al personal técnico de las administraciones hidráulicas, y pretende ofrecer un espacio de reflexión e intercambio de conocimientos para promover mejores actuaciones en la gestión del agua de lluvia. En breve se prevé anunciar el programa detallado de la jornada y el resto de informaciones prácticas para asistir a ella.