Con esta entrada quiero sumarme a la reflexión sobre la forma en la que la #waterpeople participamos y consumidos contenidos en la web. Desde que Alejando Maceira empezase con su apostolado de la medición en Internet y redes sociales, son muchas las organizaciones del sector ambiental, y del agua en particular, que se han tomado en serio las métricas de sus acciones 2.0. Más todavía desde que el Ranking iAgua y los premios iAguaMagazine se han convertido en el termómetro de lo que pasa en el mundo del agua.
De un tiempo a esta parte Ignasi Serviá nos saca sus números sobre cómo estamos en twitter y comparte sus reflexiones sobre la capacidad de influencia de las personas y entidades que, de un modo u otro, trabajamos en actividades relacionadas con el líquido elemento. Con su iniciativa #XiAgualikes4Waterpeople, nos ha puesto a pensar a todos sobre la forma en la que compartimos y marcamos contenidos como “favoritos”. A la espera del prometido artículo de Luis Martín sobre ese postureo que nos lleva a compartir cosas que no leemos y leer cosas que luego no compartimos, voy a mojarme.
En todo lo que tiene de social, la web 2.0 está influida por pautas de comportamiento similares a las que aplicamos a nuestras relaciones en 1.0. Al fin y al cabo somos las mismas personas: unas dando abrazos efusivos, otras saludando arqueando las cejas a un par de metros de distancia. Hay quien cambia de móvil cada 6 meses y quien no está dispuesto a gastarse medio sueldo en un terminal a tope de gama. ¿Has leído antes de compartir? Habrá quien se sienta responsable de todo lo que comparte y quien tenga la necesidad compulsiva de retuitear cada titular llamativo. O momentos del día más reflexivos y otros más impulsivos. Por no entrar en los compromisos… es mi jefe, un potencial cliente, mi amigo que difunde todo lo que yo publico…
El mundo del agua no es ajeno a esas dinámicas: hay profesionales de departamentos de comunicación, autónomos que prestan servicios por cuenta propia, consultores, investigadores, proveedores de tipo de productos. No puedes tener la misma actividad si tu trabajo es conseguir que el mensaje corporativo llegue a toda la sociedad que si lo único que pretendes es fidelizar un cliente específico. Supongo que los objetivos y estrategias de Carlos Fernandez, en su lucha de concienciar al sector sobre la importancia de soluciones de seguridad probadas en otras industrias, no pueden ser los mismos que los de Jordi Oliveras que ofrece unos servicios muy concretos y específicos del sector.
¿Influencers? Es complicado. Salvo las novelas de Enrique Castellanos, que pueden seducir igualmente dentro y fuera del mundillo, estamos en un nicho muy concreto. ¿Qué mercado potencial tiene un determinado tratamiento de aguas? Sí, la comunidad iAgua crece y la familia #waterpeople, gracias a su hospitalidad, cada vez es más grande. Pero no parece que las empresas de calzado de seguridad tengan las mismas prioridades o intereses que las de zapatillas deportivas en su forma de trabajar las redes sociales. Incluso puede que lleguen a un público más amplio con un deportista de élite que con un bloguero especializado en seguridad industrial. O no. En cualquier caso ¿esto no era para vender más?
Para la mayoría de los que creamos contenidos en iAgua el objetivo no es vender enlaces o escribir post patrocinados. La conversión se mide en número de instalaciones, proyectos, progresión profesional… ¿he podido pagar las facturas? Sí, las entidades podrían invertir en influyentes que cuenten su experiencia de usuario, pero los clientes están más por los compromisos de confidencialidad y… ¿quién encarga un estanque de tormentas para hacer un vídeo desempaquetándolo delante de la cámara? Afortunadamente tenemos a nuestro waterhacker para demostrar que imaginación y ganas no faltan.
Pero ¿cómo medimos la influencia? En iAgua se han roto la cabeza para tener un sistema adecuado para el entorno en el que trabajan. Saben bien que las simples visitas no sirven, cualquiera puede programar un sistema que genere esas visitas sin que nadie esté realmente accediendo al contenido. También hay gente con tiempo libre, o recursos, para diversificar su presencia en redes sociales y generar “engagement” desde varios perfiles gestionados por la misma persona o empresa. Los iAgua likes podrían ser definitivos, pero sólo son para las personas que se registran en la comunidad y navegan por ella “logeados”. El algoritmo, sabia mezcla de varias métricas, permite compensar unas cuestiones con otras: considerando la importancia que propios y extraños le dan a los contenidos que se publican en iAgua.
Lo bueno es que no es una comunidad cerrada: los temas tratados por la #waterpeople son universales. Y cuanto más lo son más corren por las redes sociales. Unas veces implicando reflexión profunda, otras como un producto de consumo rápido. Así lo demuestran varias portadas en menéame. ¿Pero el usuario medio de menéame, forochoches o burbuja.info va a venir a registrarse a iAgua para darnos un iAgua like? Habrá de todo, pero lo veo difícil. ¿Tenéis cuenta en estas redes para votar allí los contenidos de iAgua que os interesan? No se puede estar en todas partes a la vez. Pero cuando alguien te enlaza desde estos sitios te caen unas cuantas visitas. Y si genera debate, unas cuantas más. Pero ¿compartes lo que lees? ¿lees lo que compartes?
Con un perfil generalista como el mío es complicado tener una presencia activa en un sitio concreto. Sí, mi portal de referencia para cuestiones relacionadas con el ciclo integral del agua, como no puede ser de otra manera, es iAgua. Pero también me interesan los contenidos de iResiduo y pincho de vez en cuando en la ambientologosfera. Y hago un uso personal de Facebook que evito mezclar con cuestiones profesionales… A lo largo de la semana paso tiempo delante de varios ordenadores, algunos de ellos con serias restricciones sobre las webs que puedo o no visitar. Otros en redes en las que no metería una clave ni de coña. Llevo twitter en el móvil, pero lo consulto ocasionalmente y no tengo un terminal que me permita fluir con agilidad por la red… De vez en cuando entro en mi cuenta de iAgua y repaso contenidos, algunos que tenía pendientes de leer (quizá los marqué con un favorito desde el móvil o en alguna otra herramienta que me facilita la lectura si estaba en el portátil). Ese es el momento de mi iAgua like, que si me pongo a repartir con tiempo y me acuerdo, cae para cosas que había leído tiempo atrás.
Para colmo de males suelo escribir en otra parte, contenidos que no siempre tienen relación directa con el agua. Y me conformo con que mis opiniones sobre qué es ecoembes y cómo su publicidad se aleja de la realidad de las estadísticas sobre gestión de residuos se lean de vez en cuando. ¿Cómo puedo aspirar a ganar un concurso de blogs en iAgua si no estoy haciendo comunidad aquí dentro? Supongo que caerá cuando escriba algo realmente bueno. Que de eso es de lo que se trata: de conseguir, con todas esas métricas, que profesionales y entidades demos lo mejor de nosotros mismos, aportando con nuestros contenidos verdadero valor a la comunidad.
Por cierto, ya que has llegado hasta aquí… están abiertas las votaciones a los premios 20 blogs ¿por qué no me votas? (no vale con darle a las estrellitas, hay que… aquí te lo cuentan)
