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Inteligencia Artificial

Sobre el blog

Alejandro Beivide
Director de Transformación Digital de Acciona. Infraestructuras. PDD-E-2018 IESE Business School. Ingeniero en Automática y Electrónica Industrial. Master en Energías Alternativas y Eficiencia Energética
  • Inteligencia Artificial

“Diseñados para imitar a los humanos en todo menos sus emociones. Pero había una posibilidad de que desarrollaran emociones propias. Odio, amor, miedo, enojo, envidia. Así que tomaron precauciones. ¿Cuáles? Les dieron cuatro años de vida.”

En 1982, el director Ridley Scott dirigió la obra maestra de ciencia ficción, Blade Runner. Emplazada en la ciudad de Los Ángeles en el año 2019 es una alegoría sobre la capacidad de la inteligencia artificial (“replicantes” en la película) de desarrollar sentimientos y el ansia de vivir. Esta es la percepción más romántica e ideal de inteligencia artificial, pero no, hoy en día la inteligencia artificial no es esto… ¿O sí?

¿Qué podemos decir que es entonces la inteligencia artificial? Desglosemos los 2 vocablos del concepto para que sea nuestro punto de partida. El origen etimológico de inteligencia es latino y se define como “saber elegir”. Artificial tiene el mismo origen y su acepción final es “todo aquello que es creado por el hombre”. Si analizamos entonces el concepto podríamos decir que Inteligencia Artificial es la “capacidad de decidir de una creación del hombre”.

Hoy en día hay muchas acepciones y mezcla de conceptos sobre lo que es, no es y puede ser la inteligencia artificial. Mi pretensión, alineada con la finalidad del blog es dar una definición comprensible sin profundizar en detalle. Realmente este tema me apasiona y me encantaría detallar y desarrollar ampliamente, pero me iré conteniendo todo lo que pueda.

El profesor Arend Hintze, de la universidad de Michigan desarrolla una clasificación que hoy en día es la más aceptada por muchos estudiosos de la temática. Define 4 tipos de inteligencia artificial y los divide en máquinas reactivas o inteligencia predictiva, máquinas con memoria limitada, inteligencia con teoría de la mente e inteligencia con conciencia de si mismo.

Lo sé, estáis pensando, ¿dónde queda eso de redes neuronales, algoritmos genéticos, machine learning…? Eso son metodologías de cálculo y técnicas de análisis y aprendizaje. Y no sólo esas, sino que hay muchas más, pero hoy en día si que son de las que más están presentes en boca de nuestros “analistas de datos”. Se merecerán un post en el blog por su gran importancia hoy en día, que espero poder desarrollar de la manera más amena y clara.

Volviendo a los tipos de Inteligencia Artificial y empezando por las máquinas reactivas, básicamente son los sistemas preparados para evaluar todas las situaciones y posibilidades, para elegir la que puede ser más conveniente en cada momento. Se basan en una concepción de la realidad que evalúa el presente y la situación actual. No se basa en efectos pasados ni tiene capacidad de aprender de los resultados de situaciones pasadas.

Las máquinas con memoria limitada son una evolución de la percepción basada en las reactivas. Añaden una capacidad de análisis que incluye datos almacenados que aportan información de valor en el momento de analizar el presente. No se generan experiencias de aprendizaje nuevo, sino que se aporta información extra a la hora de buscar las mejores opciones.

La inteligencia artificial basada en teoría de la mente es la que diferenciará las máquinas actuales de las que estaremos desarrollando en el futuro. Se basan en generar e identificar emociones o información relevante basada en la capacidad de percibir “sensaciones”, y evaluar el impacto que puede tener en las propias decisiones, impresiones o comportamiento asociado.

Como evolución natural llegará que la inteligencia artificial alcance un estado de conciencia de sí misma. Este tipo de sistema podrá tener una imagen de sí mismo y podrá ser participe de su propio destino como un ser con conciencia propia.

La inteligencia artificial es indudable que evolucionará hasta una dimensión que hoy no solo imaginamos en las películas, sino que estamos sentando las bases para definirla e identificar las diferentes maneras en que irá evolucionando. Quizás llegue a ser antes de lo que pensamos, pero por ahora, estemos tranquilos, no existen replicantes entre nosotros.

“No sé por qué me salvó la vida. Quizá en esos últimos momentos el amó la vida con más intensidad que nunca, no sólo su vida, la de cualquiera, mi vida. Y lo único que quería eran las mismas respuestas que el resto de nosotros: ¿de dónde vengo?, ¿a dónde voy?, ¿cuánto tiempo me queda? Todo lo que podía hacer era quedarme allí y verlo morir.”