20:45 P.M. – La serpiente sale del lago, da la vuelta al árbol, vuelve a entrar al lago y… se abre una brecha en el espacio tiempo y el nudo de mi corbata tiene más parecido a una soga del oeste que a otra cosa… Tampoco voy tan mal sin corbata.
20:55 P.M. – Cojo el abrigo y salgo pitando por la puerta. Ya llego tarde. Hemos quedado en una media hora y no sé cómo cruzarme la ciudad de punta a punta en ese tiempo, así que le envío un mensaje a Raúl de que llegaré un poco tarde a la cena de Nochevieja.
20:58 P.M. – No sé para qué he cogido el abrigo. Hace hasta calor en la calle. A otro año celebraremos el fin de año como en Australia, llevando sólo un bañador rojo y un sombrero de Papá Noel. Increíblemente no hay apenas gente por la calle.
21:45 P.M. – Buscando el punto de equilibrio entre andar rápido y no empezar a sudar como un pollo, salgo del metro y me muevo por las calles de La Latina. Retiro lo dicho de que no hay gente. Apenas se ve la calle. ¿En qué momento ha cenado esta gente? Como una gallina en la granja hacinada voy avanzando a duras penas…
22:00 P.M. – Ya en la mesa sentado, intentando recuperar la calma de las prisas que he llevado todo el día, respiro profundo y me centro en la cena. Me están dando ganas de llorar. Hay más comida de la que nos vamos a poder comer. Miro el menú que nos envió Carmen al móvil para ver qué entraba y veo que hay más de diez entrantes, primero, sorbete, segundo, postre, café, chupito, copa, cotillón…
22:50 P.M. – Tras casi una hora comiendo sin parar, mpiezo a sentir un problema logístico y matemático en mi estómago. Más de tres litros de volumen en comida y menos de dos litros de capacidad en mí. No sé si se me va a empezar a salir el pavo por las orejas o hará un agujero en mi barriga y saldrá a saludar como en Alien.
23:30 P.M. – Con mi Gin Tonic en la mano empiezo poco a poco a sentirme menos lleno. Al final será verdad eso de que son digestivos. Reímos y charlamos durante la sobremesa y en la tele del fondo ya está puesto el canal de iAgua para ver cómo Águeda da las campanadas este año. ¿Quién le habrá diseñado el vestido este año?
23:40 P.M. – Suben el volumen a la tele y oímos cómo Águeda felicita el fin de año a todo el mundo mientras cuenta las noticias más destacadas. Mientras habla miro alrededor y me extraño al no ver nada más que bandejas de mazapanes en las mesas. ¿Cuándo piensan sacar las uvas?
23:50 P.M. – Desconcertado, devuelvo la atención a la pantalla y escucho las últimas noticias del año y se me abren los ojos como platos al escuchar la última. El aumento de las temperaturas y el retraso de la llegada de frío junto con las pocas precipitaciones que ha habido este año, han arrasado con la variedad Aledo, la más comercializada en estas fechas. El desajuste entre la oferta y demanda ha hecho que a muchos establecimientos y restaurantes no haya llegado.
23:55 P.M. – Aún desconcertado intento procesar lo que estoy oyendo. ¿Entonces qué pretenden, que nos comamos doce mazapanes? Si estoy a un polvorón de que google Maps me etiquete como rotonda…
00:00 A.M. – Con la boca llena de mazapanes intentando aún tragarlos todos nos felicitamos el año y nos abrazamos mientras brindamos. Menudo año nos espera. Si hace treinta años hubiéramos sabido que esto iba a pasar, a lo mejor nos hubiéramos tomado más en serio el cambio climático…