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5 preguntas que lanzaré al debate sobre aguas residuales de la presentación de iAgua Magazine 14

  • 5 preguntas que lanzaré al debate aguas residuales presentación iAgua Magazine 14

Falta menos de 1 semana y las plazas vuelan. Las últimas confirmaciones han disparado el interés por el evento de presentación de iAgua Magazine 14, que tendrá lugar el próximo martes 21 de marzo (recepción a partir de las 15:30 horas) en la sede de la Fundación Botín en Madrid.

El eje temático de este número, como es ya tradicional, va en línea con el lema del Día Mundial del Agua, que este año se centra en las aguas residuales. Cuando perfilamos las líneas maestras de la revista y del acto de presentación, tuvimos claro que debíamos delimitar con claridad dos bloques. Por un lado abordamos la problemática del acceso al saneamiento en el mundo, que será objeto de la Mesa Redonda moderada por David Escobar a partir de las 18:00 h. (con representantes de UNICEF, CAF, AECID, ONGAWA y FUNDACIÓN WE ARE WATER) y, por otro, la situación del tratamiento de las aguas residuales en España. Esta última cuestión será protagonista en la Mesa Redonda que tendré oportunidad de presentar a eso de las 17:00. 

Tengo que reconocer que los componentes del equipo de iAgua estamos realmente excitados con el abanico de ponentes que hemos logrado reunir. La labor de David Escobar en este ámbito es siempre sobresaliente (me atrevo a asegurar que su agenda es actualmente la mejor del sector del agua en España), pero en esta ocasión se ha superado.

Es un lujo contar de nuevo con la Directora General del Agua del MAPAMA, Liana Ardiles, que ya nos acompañó aquel 22 de noviembre de 2013 en la puesta de largo de iAgua Magazine, y que será la encargada de abrir el acto:

Y qué decir sobre estos seis panelistas:

  • Angel Cajigas Delgado. Subdirector General Adjunto de Infraestructura y Tecnología del MAPAMA.
  • Andrés Martínez Francés. Director General del Agua de la Región de Murcia.
  • Antonio Luengo Rodríguez. Director Gerente de la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha.
  • Santiago Lafuente Pérez-Lucas. Director España de Aqualia.
  • Philippe Rouge. Director de Estrategia de Operaciones de Plantas de Tratamiento de Agua de SUEZ Spain.
  • Gregorio Arias Sánchez. Subdirector de Gestión Ambiental en el Canal de Isabel II.

Estoy convencido de que en muy pocas ocasiones se ha reunido en una mesa a 2 Directores Generales del Agua autonómicos, un alto responsable de la Administración General del Estado y representantes de las 3 empresas que atienden los servicios de agua de un mayor número de habitantes en España. Como moderador, el desafío es ilusionante: propiciar la realización de una completa radiografía del estado de la depuración y el saneamiento en España y, sobre todo, el planteamiento de las posible soluciones a los retos pendientes. Con este fin, trataré de que el debate gire en torno a estos 5 ejes:

Las dos últimas décadas del siglo XX: un paso de gigante

El 28 de octubre de 1982, un Alfonso Guerra eufórico por la aplastante victoria del PSOE en las elecciones generales prometía: “Vamos a poner a España que no la va a reconocer ni la madre que la parió”. Podríamos debatir largo y tendido sobre las luces y las sombras de los gobiernos de Felipe González y los posteriores de Aznar y Zapatero, pero lo que es innegable es que, en muchos ámbitos, España pasó del cero al infinito. Y uno de ellos es sin duda el de la calidad del agua. De los ríos verdes de los ochenta pasamos, casi sin solución de continuidad, al liderazgo europeo en reutlización. Analizaremos una evolución fulgurante en la que los Fondos Europeos jugaron un papel clave.

Marco legislativo y su cumplimiento

Hace bien poco, tal y como nos recordaba Juan José Salas, se cumplían 25 años de la promulgación de la Directiva 91/271/CEE sobre tratamiento de aguas residuales, que tenía como objetivo prioritario proteger al medio ambiente de los efectos negativos de los vertidos de las aguas residuales urbanas y de los procedentes de determinados sectores industriales. Su transposición al ordenamiento jurídico español propició la puesta en marcha Plan Nacional de Saneamiento y Depuración, un instrumento aprobado con el consenso de todos los gobiernos autonómicos que fue clave para el salto cualitativo del tratamiento del agua en España.

Por otra parte, con el nuevo siglo llegaba la Directiva 2000/60/CE por la que se establece un marco comunitario de actuación en el ámbito de la política de aguas. Lluís Sala explicó muy bien en este artículo que la Directiva Marco del Agua, cuyo objetivo fundamental es alcanzar el buen estado ecológico de las masas de agua: "llegó con una formulación menos dirigista en cuanto a métodos pero más exigente en cuanto a resultados. Ello significó reconocer que las normativas desarrolladas hasta entonces habían sido insuficientes y que había que proponer un ángulo de ataque más abierto para conseguir nuevas perspectivas y soluciones."

Superados ya de largo los plazos clave de la implementación de estas Directivas, es momento de hacer balance de su cumplimiento y la compatibilidad en las estrategias para hacerles frente.

Los modelos de gestión y su sostenibilidad financiera

El marco competencial español en el campo del agua es complejo. El Plan Nacional de Calidad de las Aguas 2007-2015 segmentaba las actuaciones englobadas en el concepto general del saneamiento de las aguas residuales urbanas delimitándolas de este modo: 

  • Actividades de alcantarillado, cuya competencia asigna la Ley de Bases de Régimen Local a las Corporaciones Locales.
  • Actividades relacionadas con los colectores, asignadas por la Ley de Bases de Régimen Local a las Corporaciones Locales pero con una intervención obligada de las Comunidades Autónomas tras la transposición de la Directiva 91/271/CE.
  • Actividades de tratamiento y depuración, cuya competencia ostentan las Corporaciones Locales por el mismo texto legislativo, pero que en función de las leyes autonómicas promulgadas, pueden ser también de competencia de las Comunidades Autónomas.
  • Actividades de auxilio técnico y económico a las Corporaciones Locales por parte de la Administración General del Estado y de sus Organismos de cuenca (vía declaraciones de interés general), de las propias Comunidades Autónomas (también vía declaraciones de interés propio) y de las Diputaciones Provinciales, Mancomunidades y Consorcios. 

Esta complejidad provoca la concurrencia de múltiples modelos de gestión, en los que participan empresas públicas, privadas o mixtas que desarrollan su actividad en escalas locales, comarcales, provinciales y autonómicas. La ausencia de un organismo regulador a escala nacional propicia asimismo que las entidades locales adolezcan con frecuencia de una referencia para establecer sus normativas. Quizás la figura del regulador podría también servir para articular mecanismos de sostenibilidad financiera a escalas supramunicipales que contribuyan a hacer posible el mantenimiento de servicios en poblaciones de tamaño medio y bajo.

La asignatura pendiente de las pequeñas poblaciones

Recurro de nuevo al Médico del Agua, que nos dejó a comienzos del año este "Decálogo de la depuración de las aguas residuales en las pequeñas poblaciones". Las aglomeraciones urbanas de menos de 2.000 habitantes equivalentes son el "hermano pobre" del tratamiento de agua en España. La falta de recursos técnicos y financieros, errores en la implementación de soluciones "low-cost" y la falta de voluntad política para impulsar la implementación de nuevas tecnologías hacen que estemos ante la gran asignatura pendiente de nuestro país.

La inversión necesaria para el mantenimiento y renovación de las infraestructuras

La vida útil de las infraestructuras puestas en marcha hace 20 o 25 años se está agotanto y las inversiones para su mantenimiento y renovación no llegan. La crisis económica y financiera frenó en seco la implementación del Plan Nacional de Calidad de las Aguas 2007-2015 y, desde entonces, las licitaciones aparecen con cuentagotas y los concursos se adjudican con bajas nunca antes vistas cuyas consecuencias serán inevitables en el futuro. Después de un año 2016 marcado por la agenda electoral, este comienzo de legislatura, con una economía que da síntomas positivos, parece el momento idóneo para poner en marcha proyectos que llevan ya demasiado tiempo olvidados en los cajones de los responsables políticos.