Hoy en día hay ciertas cosas que dan mucho que hablar. En España concretamente, una de esas cosas es el empleo, para todos los sectores y grupos de edad, pero en especial para los jóvenes, donde las tasas de paro son realmente preocupantes.
Existe un cierto sentimiento generalizado entre los jóvenes que se pasan sus primeros veintitantos años estudiando carreras y másteres y que al terminar se encuentran (con suerte) con unas prácticas en empresa normalmente mal pagadas y con pocas o ninguna posibilidad de contratación al terminarse. Ese sentimiento tiene mucho de rabia, indignación, resignación e impotencia. “La cosa está fatal”, “No paro de enviar CV’s y nadie me llama”, “la política no vale para nada” son ejemplos bastante suaves que reflejan ese sentimiento en muchos jóvenes.
Este caso es muy frecuente en estudiantes de diversos campos, pero es especialmente sangrante en ciertas disciplinas que, a bote pronto, tienen bastante relación con el agua, como aquellas relacionadas con las ciencias ambientales, geografía, ciencias del mar o Biología, por poner algunos ejemplos.
Pero la realidad nos está dando una bofetada en la cara. ¡Las cosas han cambiado para siempre! Tanto para bien como para mal.
La realidad nos está dando una bofetada en la cara. ¡Las cosas han cambiado para siempre! Tanto para bien como para mal
La parte de “para mal” ya la conocemos y no merece que se le dé más importancia. La parte de “para bien” merece ser analizada, y no deja de ser esperanzadora desde el punto de vista del trabajo relacionado el agua, ya que para alegría de todos, la familia crece.
Alrededor del mundo existen 1,5 millones de personas que trabajan en sectores relacionados con el agua, y el día mundial del agua 2016 tiene como eslogan “agua y trabajo”, enfocado en cómo la cantidad y la calidad del agua puede transformar la vida de los trabajadores y mejorar sociedades y economías alrededor del mundo. Eso podría verse de esa manera pero también al revés, ya que si mejoramos las economías, sociedades y trabajadores alrededor del mundo, también se puede mejorar la cantidad y calidad del agua.
La parte buena de esta “bofetada de realidad” es que esos sectores relacionados con el agua son cada vez más, y estamos presenciando un mestizaje de disciplinas realmente interesante, sobre todo para los jóvenes que tanto buscan oportunidades.
Sectores como los puramente técnicos están avanzando a pasos agigantados en el sector del agua. La ingeniería, que ya tenía un papel fundamental, está experimentando avances que hoy en día lleva agua a lugares insospechados, permite obtener agua potable de maneras antes inimaginables y aunque con dificultades, hace cada vez más accesible el acceso a agua y saneamiento en todo el mundo, cumpliendo poco a poco con un derecho fundamental.
Pero también nos encontramos con que sectores relacionados con las tecnologías de la información cada vez tienen más protagonismo en el sector del agua. Los Sistemas de Información Geográfica abren puertas a una cantidad inmensa de posibilidades en cuanto a gestión hidrológica, planeamiento y creación de escenarios futuros. Existen cada vez más softwares relacionados con el agua y los retos que plantea el cambio climático podrán gestionarse y prevenirse más eficazmente gracias a ello.
Por no hablar de Internet. La red de redes abre la puerta a una infinita cantidad de posibilidades de compartir, conocer, divulgar e interactuar entre profesionales del agua alrededor de todo el mundo. Cada vez son más las posibilidades que ofrece internet al sector del agua. Desde redes sociales, hasta plataformas o visores geográficos online, el acceso a información hidrológica es cada día mayor, interactivo y descargable, lo que significa que cada uno puede coger la información desde varias fuentes y crear cosas nuevas con ella.

La ingeniería, la tecnología y la informática permiten mejorar los procesos de numerosas actividades, como la agricultura, la gran consumidora de agua del mundo, responsable de un 86% de la Huella Hídrica mundial. Si las tecnologías de la información permiten poner en común los conocimientos científicos en relación con el agua, la biología o la geología, se abre un abanico enorme de posibilidades y herramientas que permiten ser mucho más preciso y eficiente a la hora de desarrollar ingeniería y mejorar la gestión, en favor de un mejor uso del agua. Lo mismo pasa en el sector industrial o la minería, en los que es indudable que existe una necesidad de hacer un mejor uso del agua y un menor impacto medioambiental si se quiere garantizar un futuro próspero.
Todas las herramientas y posibilidades que abren las tecnologías de la información permiten una mejor gestión a nivel de cuencas y una mayor divulgación de la información, lo cual tiene varios efectos. Uno de ellos es el aumento del conocimiento, por lo que aquí podemos afirmar es que estamos ante otra disciplina que también se une en masa a la familia del agua es sin duda la educación y la comunicación.
Hoy en día cualquier persona puede acceder a la información de prácticamente cualquier disciplina, y en lo relacionado con el agua, existe una necesidad enorme de comunicar eficientemente, de transmitir los conocimientos para que cada vez más los ciudadanos de a pie se conviertan en gestores del agua. De ese modo las decisiones en relación al H2O podrán ser mejor comprendidas, más participativas, y por consiguiente, más beneficiosas para todos.
Indicadores recientes como el de la Huella Hídrica permiten convertir la información que antes era entendible solamente por expertos, en información entendible para más gente. Como resultado de esto, el nivel de concienciación global aumenta. Los ciudadanos, que son consumidores, estarán mejor formados a nivel global, y los mercados tendrán que adaptarse a sus necesidades. Por ello la economía, el marketing y las estrategias empresariales tienen cada vez más en cuenta factores relacionados con el medio ambiente y con el agua.
Podríamos seguir tirando del hilo y seguir encontrando conexiones entre las diferentes disciplinas con el agua. Pero la buena noticia en general es que la familia crece, que cada vez son más las disciplinas que, a veces sin saberlo, trabajan en sectores relacionados con el agua. Lo que pasa es que las disciplinas cada vez están más interconectadas, el “mestizaje interdisciplinar” en favor del agua ya está aquí. En nuestras manos está saber movernos en estas nuevas aguas y traducir eso en acciones.
Las disciplinas cada vez están más interconectadas, el “mestizaje interdisciplinar” en favor del agua ya está aquí
Por ello, ya no vale ser experto en una sola cosa. Hay que equiparse, saber aprovechar la oportunidad y encontrar conexiones y sinergias. Como decía Bruce Lee; “Be water my friend”. Los jóvenes debemos transformar esos sentimientos de impotencia y al igual que el agua, adaptarnos a las formas de los nuevos tiempos.
Sólo de ese modo mejoraremos la calidad y cantidad de agua para transformar economías y sociedades, y viceversa.