Cada verano, desde principios de la década de los 90, la Generalitat de Catalunya se encarga de vigilar y controlar la calidad del agua de baño en el litoral catalán. A través de la toma de muestras, inspecciones, así como también de la detección de posibles incidencias, la Agencia Catalana del Agua (ACA) analiza durante cerca de tres meses el estado de más de 250 zonas de baño, con analíticas que se llevan a cabo cada quince días –tal y como establece la Directiva europea de aguas de baño- que evalúan los parámetros de escherichia coli y enterococos intestinales para garantizar que el agua es apta y que no perjudica la salud de los bañistas.
En periodo se ha experimentado una notable mejora de la calidad del agua de baño, fruto de la construcción y mejora de sistemas de saneamiento litorales, actuaciones para incrementar el buen estado de los cauces, la clausura de vertederos cerca de ríos y el control e inspección de vertidos procedentes de la actividad industrial. Todo esto ha provocado que entre 1990 y 2016, la proporción de playas con calidad excelente haya subido unos setenta puntos, pasando del 26% de playas excelentes en los inicios de los noventa al 94% de playas con la máxima calificación obtenida en el pasado verano. Por lo tanto, hemos pasado de tener playas con agua de escasa calidad microbiológica (respecto a los estándares de salubridad establecidos para el baño) a zonas de baño completamente seguras y totalmente incorporadas al uso de la ciudadanía.
La ACA aporta información detallada sobre el estado de nuestra playas a través de la aplicación PlatgesCat
Hay que tener en cuenta, no obstante, que la calidad microbiológica del agua es un concepto variable y sujeto a muchos factores. En este sentido, una playa puede tener una calidad excelente en un determinado momento, pero la llegada de episodios de lluvias intensas puede alterar momentáneamente su calidad, que se acostumbra a recuperar transcurridas entre 24 y 48 horas, así como también una posible incidencia de saneamiento puede variar los índices microbiológicos usados para el análisis del agua de baño. Por lo tanto, debemos tener en cuenta que la playa es un entorno natural y dinámico, sujeto, al mismo tiempo, a varias presiones, que requiere un constante análisis y seguimiento por parte de las administraciones implicadas.
A lo largo de todo este periodo de tiempo, la Agencia Catalana del Agua ha obtenido una gran experiencia y conocimiento de las características y dinámicas del litoral catalán, como el tiempo de regeneración del agua de las playas después de un episodio de lluvias intensas, la existencia y evolución de fenómenos naturales típicos de la costa, cuál es el ciclo de vida de las medusas, entre otros aspectos.
Por cuarto verano consecutivo, la ACA aporta información detallada sobre el estado de nuestras playas a través de la aplicación PlatgesCat, que se puede descargar y consultar a través de cualquier dispositivo móvil, así como también desde el ordenador. Con datos sobre unas 300 playas y disponible en siete idiomas, esta plataforma da información actualizada en todo momento sobre la calidad del agua y la previsión de posibles alteraciones, la temperatura del agua, el tiempo, el estado del mar, entre muchas otras informaciones.
Esta aplicación proporciona datos que surgen de la experiencia acumulada por los técnicos de la ACA que durante los últimos 30 años han estado gestionando episodios puntuales de contaminación y recuperación de la calidad y eventos naturales que surgen espontáneamente en nuestras costas. Además, la APP ofrece información de servicios (lavabos, restaurantes y zonas de interés cultural), además de aportar datos sobre el tipo de playa, la pendiente, entre otros. Este año se ha fomentado la bidireccionalidad y la coparticipación entre la administración y el usuario mediante un concurso de fotografía a través de la red social Instagram, que se ha llevado a cabo entre el 26 de junio y el 15 de septiembre.