La Comisión Europea ha publicado una propuesta de revisión de la Directiva sobre el tratamiento de las aguas residuales urbanas. Entre otros cambios, se proponen nuevos límites para la concentración de nutrientes en los efluentes de las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR). En particular, todas las EDAR que traten una carga superior a 100.000 habitantes equivalentes que no apliquen actualmente la eliminación de nutrientes deberán aplicarla antes de finales de 2035 (y la mitad de ellas en cada país antes de 2030). Un análisis de los tratamientos existentes muestra que hay 293 EDAR en la Unión Europea que requerirán mejoras.
La distribución geográfica de las EDAR que requieren mejoras dista mucho de ser homogénea. La mayoría de las plantas se encuentran en el sur de Europa, muy probablemente porque los acuerdos previos para evitar la eutrofización de los mares del Norte y del Báltico han obligado a las Autoridades de esas regiones a acelerar la implementación de la infraestructura de eliminación de nutrientes.
La siguiente figura muestra que España e Italia serán los dos países que requerirán una mayor actualización de infraestructura para mantenerse al día con los nuevos requisitos.
Un estudio por tamaño muestra que aproximadamente la mitad de las EDAR que requieren tratamiento adicional de eliminación de nutrientes son plantas relativamente más pequeñas de cien a doscientos mil habitantes equivalentes. La otra mitad se distribuye en plantas de mayor tamaño:
En el caso de España, las regiones que acumulan el mayor volumen de cambios requeridos (medido como la suma de habitantes equivalentes de las EDAR que requieren cambios) son Andalucía, la Comunidad Autónoma de Madrid, Cataluña y la Comunidad Valenciana.
En el Tajo Medio, una investigación del Observatorio del Agua de la Fundación Botín ya analizaba cómo los vertidos afectaban a la calidad de las aguas receptoras, adelantando límites a la concentración de nitrógeno y fósforo alineados con la nueva propuesta de Directiva.
Si el volumen se mide por Demarcación Hidrográfica, vemos que la del Tajo es la que requiere mayores cambios, aunque éstos se restringen a la reducción de nitrógeno, ya que en muchos casos ya se estaba tratando el fósforo mediante precipitación química.
El análisis nos muestra que los nuevos límites de nutrientes en vertidos de depuradora van a suponer un reto para algunos países, entre ellos España. Teniendo en cuenta el tiempo necesario para definir, licitar y ejecutar las obras requeridas, el horizonte 2030 apremia a empezar a trabajar en los cambios requeridos.
El Observatorio del Agua de la Fundación Botín celebrará el próximo miércoles 31 de mayo en Madrid el Seminario «La revisión de la Directiva de tratamiento de las aguas residuales urbanas: avances y retos futuros en España». Puedes inscribirte en el siguiente enlace.