En la gestión de intervenciones sobre los recursos hídricos u otros sistemas complejos, es muy común decir que la "meta" (en realidad un medio y no una meta) es lograr una "gestión integrada". ¿Es ello correcto?
Considero que no es la gestión la que debe "integrarse", si no que la integración debe ser el resultado de la gestión. Esto aplica a cualquier sistema intervenido.
Sería más acertado decir gestión "integral" o articulada, y no integrada. En la práctica se interpreta "INTEGRAL", como considerar "el todo" (elementos e interrelaciones) en la toma de decisiones (aún cuando ese todo muchas veces no se conoce realmente, ni siquiera del cuerpo humano, pero igual se interviene). La "integración" no se debe dar en los procesos de gestión si no que en los resultados de la gestión. Por ello es mejor hablar de gestión "articulada" o integral.
El fin de la gestión es lograr que una intervención sea aceptada y no rechazada en el medio intervenido, y de más satisfacciones que negativos, o mejore el medio intervenido (medio ambiental, social, económico, espiritual, por ejemplo).
Eso es una verdadera "integración". Por ejemplo, una prótesis en un cuerpo, una represa en un río, o un jugador en un equipo, es algo que implica que pasa a formar parte de un sistema y es aceptado por el mismo. Eso es integrar, lo otro son enfoques y medios o instrumentos para lograr esta integración.
Nota: muchas veces la integración es un resultado lento de aceptación del sistema intervenido, que resulta de procesos naturales, solo basta darle tiempo.