Se habla y se lee mucho sobre la seguridad hídrica y la escasez de agua.
En estos comentarios se olvidan que las pérdidas no son solo de agua para la población… y que las cuencas y sus recursos hídricos no son solo una «caja negra» que entrega agua.
¡Hoy ya es un lujo poder vivir al lado de una fuente natural de agua dulce, un lago, un río, un humedal o un simple pozo…! ¡Con agua! Y más difícil «de buena calidad».
Por ello el drama no es solo por falta de agua para las viviendas… o cultivos o industrias…
Es hidroenergía gratis perdida… ¡Es perder toneladas de agua puestas por la naturaleza a gran altura (calculen cuanto cuesta poner una tonelada de agua, apenas mil litros, a 3000, 4000 o 5000 metros por segundo!)
Es perder ecosistemas que vienen asociados a las fuentes naturales de agua.
Es perder flora y fauna, es perder paisaje, es perder biodiversidad.
Es perder transporte económico por navegación o simple transporte fluvial.
Es perder opciones de cultivos, de acuicultura, de pesca y caza.
Es perder opciones de turismo, de deportes, de vivir con la naturaleza, de sanarse.
Es perder climas asociados a las cercanías de las fuentes naturales de agua.
¡Y mucho más!
Por lo tanto, no es solo agua lo que se pierde… aunque de ello, de las fuentes naturales de agua y sus ecosistemas y todos los valores asociados… se menciona poco en los discursos…
Se enfatiza la economía del agua, el derecho al agua, la contabilidad hídrica, el agua virtual. Se trata como un producto que se puede obtener por desalación, transporte o trasvases… ignorando su valor como parte de la naturaleza.
Se convocan foros mundiales de agua, se crean autoridades nacionales de agua, centros de derechos de agua, de gobernanza del agua… ignorando casi siempre de donde obtienen el agua.