Cada país y región dentro del país debe aprobar y dar a conocer con claridad los principios que rigen la gestión de sus fuentes de agua y ecosistemas asociados. Hoy estos principios deben, además, revisarse y adecuarse para enfrentar los efectos de cambio de clima.
Es importante diferenciar los principios o políticas de intención (los buenos deseos como sustentabilidad ambiental, seguridad hídrica, derecho humano al agua, derecho a medioambiente sano, equidad en el acceso, prioridades ambiental y humana, etc.) de las políticas o principios operativos, es decir, dar orientaciones sobre cómo lograr las metas anteriores: por cuencas, con participación, con transparencia, con seguridad jurídica de acceso al agua, distribuida según disponibilidad y prioridad, con autofinanciamiento, etc.
En una constitución, lo usual es que se indique las políticas y principios de intención y no necesariamente las operativas (por ejemplo, indicar que la asignación eficiente se haga vía mercados de agua que es un instrumento de gestión que es válido en muchos países sujeto a reglas que pueden variar pero que no van en una constitución).
Es importante diferenciar los principios o políticas de intención de las políticas o principios operativos
Aquí un ejemplo en el cual no se diferencian las políticas de intención de las políticas operativas: “Provincia de Quebec: principios para orientar la gestión integrada de los recursos hídricos”.
En la provincia de Quebec, Canadá, se han aprobado ocho principios encuadrados a su vez dentro de la política nacional de aguas del país:
- Las cuencas hidrográficas constituyen las unidades naturales más apropiadas para la gestión de los recursos hídricos (Operativa).
- La gestión eficaz del agua se basa en el conocimiento completo y en tiempo real del estado de las aguas y de la cuenca. Esto es una exigencia básica (Operativa).
- La gestión de las aguas debe considerar las interdependencias de sus usos múltiples dentro del territorio de cada cuenca (Operativa).
- Debe fomentar la concertación equitativa entre los actores que las usan (Intención).
- Las políticas del agua y de su gestión deben apuntar a recuperar y preservar la salud de los ecosistemas de la cuenca (Intención).
- El agua es un recurso esencial para la vida y sus usuarios deben ser sujetos responsables y rendir cuenta en cuanto a sus usos y su deterioro (Operativa).
- La gestión responsable del agua por cuenca debe siempre tender a lograr su autonomía financiera y funcional en forma completa (Optativa).
- Las políticas hídricas en materia de gestión del agua deben apoyarse sobre la participación de la sociedad civil y los usuarios del agua (Operativa).
- La legislación nacional, regional y local debe adecuarse de forma de favorecer el alcance de metas de gestión integral de Recursos Hídricos (Intención).