El debate actual en Chile sobre la creación de organizaciones a nivel cuenca debe partir del conocimiento de qué se debería mejorar en la forma en la que se interviene en cada cuenca y sobre sus recursos hídricos. También debe poder disponer de escenarios de los sus efectos a futuro, de seguir haciendo el mismo tipo de gestión.
Por ejemplo, deben responderse a preguntas tales como:
- ¿Están satisfechos con el conocimiento actual de lo que ocurre en cada cuenca?
- ¿Hay buenas redes de información en tiempo real y de alertas?
- ¿Existen suficiente inversión en infraestructura hidráulica?
- ¿Utilizan localmente modelos hidrológicos o hidrogeológicas para tomar decisiones con participación?
- ¿Existe una sala de situaciones en tiempo real de la situación hídrica de la cuenca?
- ¿Hay pronósticos y sistemas de alerta?
- ¿Se proyecta la distribución de agua por cuenca?
- ¿No hay problemas ni de asignación ni de distribución de agua extraída de las fuentes naturales?
- ¿El mercado de agua es transparente y sujeto a reglas establecidas? ¿No hay poblaciones desabastecidas de agua ni tampoco en épocas de sequía?
- ¿Hay acuerdos para situaciones de escasez y se cumplen a lo largo de la cuenca?
- ¿En caso de sequía extrema se respetan prioridades?
- ¿Hay buena fiscalización del cumplimiento de acuerdos?
- ¿Hay formas de solucionar controversias entre usuarios y usos?
- ¿Se respetan las zonas de riesgo de inundaciones?
- ¿Hay programas de recuperación y rehabilitación de la cuenca?
- ¿El control y la recuperación de la calidad de agua se cumple?
- ¿Hay protección de caudales ambientales?
- ¿Se está de acuerdo con la expansión de la frontera agrícola en laderas?
- ¿Se gestiona coherentemente la gestión de aguas superficiales y subterráneas?
- ¿Se dispone de un observatorio de cuencas?
- ¿Se guían y realizan investigaciones aplicadas a la cuenca?
Se debe conocer quiénes son los responsables de cada tarea, saber si se hace, si solo se hace en parte o no se tiene o no se hace... Hay que revisar si se puede hacer con la institucionalidad actual dispersa o se requiere una mejora. O sea, poner a prueba la institucionalidad actual y las capacidades instaladas de aplicar instrumentos de gestión a nivel cuenca.
Si la respuesta es que no se logran todos los objetivos deseados con eficacia y eficiencia con la actual instituciónalidad, entonces se puede proponer una reforma o una nueva institucionalidad, como sería una organización de GIRH por cuenca, con los roles, atribuciones recursos y el apoyo político necesario para que tenga éxito que no sería solo de coordinación de las existentes.
La institucionalidad adecuada para cada cuenca o conjunto de cuencas similares se debe diseñar según la situación en cada cuenca, así como estudiar la adaptación o transformación de las organizaciones existentes a la nueva instituciónalidad. Esta institución debe ser funcional para poder resolver las situaciones no deseadas actuales.