Aunque el proceso de reutilización de agua es antiguo y existen indicios de su uso en agricultura desde hace más de 5.000 años, la verdad es que gracias a los avances durante el último cuarto del siglo XX (con esfuerzos pioneros en California, España, Túnez, Israel o Singapur) hoy podemos decir que nos encontramos, por primera vez, con signos sinceros de entender el problema y poner soluciones simultáneamente tanto desde sectores públicos como privados. Gobiernos, agencias, organismos multilaterales, empresas privadas de ingeniería y construcción, suministradores de tecnología, centros de investigación y universidades se han puesto a trabajar para solucionar al problema de la escasez y la contaminación de agua, a la par que han puesto en marcha mecanismos para mitigar el cambio climático.
Un dato que resalta en todos los informes que se publican sobre los consumos de agua a nivel mundial, es que el 90% del agua que se consume es para usos no potables (75-80% para riego en sus diferentes formas y un 15-10 % para usos industriales). Este hecho en zonas áridas o semiáridas nos ha ido empujando a buscar soluciones con nuevos recursos para gestionar la falta de agua en diferentes usos.
A principio de los años 60 California comenzó una iniciativa pionera desarrollada por una agencia de agua joven entonces, pero muy avanzada ya para la época: Irvine Ranch Water District (IRWD). Su intención era promover el agua residual tratada para suministro de agua de riego y doméstico de la comunidad metropolitana. La comunidad estaba obligada a gestionar nuevos recursos para que la escasez no impidiera su potencial crecimiento en una zona árida y sin otras alternativas de agua. En el año 1963 el consejo de IRWD tomó la decisión de tratar y suministrar agua residual como fuente alternativa a sus reservas de agua potable. Hoy suministra agua residual tratada a través de una red dual de más de 300 km para regar cultivos de frutas y verduras o viveros, así como para riego de parques y jardines, campos de golf, colegios y otros usos urbanos e industriales.
Un dato que resalta en todos los informes que se publican sobre los consumos de agua a nivel mundial, es que el 90% del agua que se consume es para usos no potables
Más tarde, en los años 70 introdujeron en su nuevo master plan el concepto de “total water management” incrementando los alcances de uso a las recargas de acuíferos y aguas superficiales, y ampliaron el suministro a las comunidades de Santiago Creeck/Irving Lake.
Sus vecinos de Orange County, a través de su agencia (OCWD), trabajaban en paralelo pero con dos líneas de actuación diferentes. La severa sequía vivida en los años 50 provocó un descenso de los niveles de los acuíferos poniendo en riesgo la salinización de los mismos por intrusiones salinas del agua de mar provenientes del océano Pacífico. Esto les encaminó a ser innovadores y buscar soluciones que no fueran dependientes de sus escasas reservas o de potenciales importaciones de agua no garantizadas. La OCWD implementó dos programas de recarga como parte de su “ground water management plan” que fueron excepcionales y pioneros a nivel mundial: Water Factory 21 y Orange County Forebay. El primero es un sistema avanzado de tratamiento de agua residual que inyecta directamente el agua en los acuíferos costeros creando una barrera que evita la intrusión salina, al tiempo que aumenta las reservas de agua potable. El proyecto tardó casi 20 años en su implementación desde 1963 pero lleva operativo y a pleno rendimiento desde los años 80. Sus capacidades y alcances han ido ampliándose con la incorporación de mejores soluciones tecnológicas. La segunda solución utiliza la cuenca natural del río Santa Ana y mediante técnicas especializadas favorecen la percolación a través de balsas de almacenamiento.
Todas estas iniciativas han favorecido el desarrollo de regulaciones locales, y en concreto el título 22 de California (Code of Regulations del State Department of Health Services) que estableció un marco regulatorio claro de los diferentes usos del agua y los estándares de calidad necesarios para cada uno de ellos. El título 22 de California ha sido utilizado en todo el mundo como base para implementar y adaptar el marco regulatorio local a los diferentes escenarios de cada geografía, en distintas partes del planeta.
En esta regulación se establecen cuatro niveles de tratamiento que garantizan diferentes grados de calidades. En función de estas calidades de salida, se clasifican hasta 34 diferentes usos de agua para riego agrupados a su vez en cuatro grandes grupos (riego, suministro a embalses, torres/aire condicionado y otros). Además, en su título 5.1 se amplían los usos para usos indirectos potables a través de recargas.
Source: WateReuse Association of California
La realidad es que en muchas zonas geográficas con escasez de recursos naturales, el tratamiento de agua residual empieza a ser un elemento más en la gestión de los planes de agua, dotando a este recurso la función de sustituir muchos usos que hasta la fecha se hacían con agua potable. Superadas las barreras tecnológicas que garantizan de forma clara la calidad y salubridad del agua con la eliminación de patógenos color y olor, y su adecuado monitoreo de forma continuada, ya no existe ninguna excusa para no utilizar el agua residual tratada en cualquiera de los usos descritos.
Con este sistema podemos preservar nuestros recursos potables y mantener nuestras reservas para futuras generaciones. Esto debería ser un pilar esencial y estratégico en todos los planes de gestión y estar integrado en cualquier máster plan de agua de cada agencia local o estatal.
En Europa la gran distancia entre norte y sur en cuanto a la visión del agua reutilizada ha hecho que se tardase mucho en tener un enfoque claro del problema. La Directiva Europea de Saneamiento 91/271/CEE ha marcado una nueva etapa en la atención prestada hacia países del sur con escasos recursos. Su trasposición al ordenamiento jurídico en España se realiza en el Real Decreto Ley 11/1995 y posteriores (509/1996) los cuales establecen unas normas aplicables al tratamiento que se recogen en el Plan Nacional de Saneamiento y Depuración aprobado en 1995 y en el plan Nacional de Calidades de Agua y Depuración 2007- 2015. Sin embargo, no es hasta el año 2000 con la Directiva Europea (2000/60/CEE) cuando se contempla la reutilización como medida complementaria. Esta directiva surge con la necesidad de establecer en el marco comunitario la protección de las aguas continentales, costeras y subterráneas así como reducir la contaminación, proteger el medio ambiente y prevenir efectos de las sequías e inundaciones.
En Europa la gran distancia entre norte y sur en cuanto a la visión del agua reutilizada ha hecho que se tardase mucho en tener un enfoque claro del problema
España lidera la visión de países con escasez de agua dentro de la Unión Europea. La aprobación del Real Decreto 1620/2007, de 7 de diciembre, por el que se establece el régimen jurídico de la reutilización de las aguas depuradas ha supuesto un hito en el marco normativo de la reutilización de aguas en España. Desde su entrada en vigor, se ha impulsado el desarrollo de la reutilización del agua en España ya que permite integrar la reutilización dentro de la planificación de los recursos hídricos, garantizando una adecuada protección de la salud humana y del medioambiente.
Por este motivo, el Ministerio de Medio Ambiente Medio Rural y Marino puso en marcha la elaboración del Plan Nacional de Reutilización de Aguas que generaría nuevas fuentes de recurso liberando aguas de mayor calidad para usos más exigentes y consiguiendo una mejora del estado de las aguas.
El Plan Nacional de Reutilización de Aguas que actualmente conocemos surge como una nueva herramienta de gestión que consigue incrementar la garantía de suministro para los usos ya consolidados y mejorar el aprovechamiento de las aguas mediante la sustitución de aguas pre-potables por aguas regeneradas. Adicionalmente permitirá aumentar en zona costera la disponibilidad neta de los recursos hídricos.
Distribución del número de sistemas de reutilización (322). Fuente: CEDEX
El Plan Nacional de Reutilización de Aguas preveía un incremento de hasta 250 Hm3 para usos agrícolas, ambientales, industriales, recreativos y urbanos hasta el 2015 y otros 397 Hm3 posteriores a esta fecha. En la actualidad España reutiliza entorno al 11% de sus recursos de agua residual aunque en zonas como Canarias puede llegar al 25%. La región mediterránea en Murcia o las actuaciones realizadas en Madrid (66 hm3/año) y Cataluña (2014 Hm3/año) son también muy superiores al media nacional.
En la actualidad se trabaja en una nueva Directiva Marco Europea que intenta establecer unos objetivos comunes de calidad para diferentes usos. Establece 4 tipos de calidad (A, B, C y D) para diferentes usos, solo se ciñe a uso para riegos de mayor a menor exigencia para productos de producción agrícola. Estos usos dejan fuera otros riegos no agrícolas (campos de golf, jardines y usos urbanos y otros riegos) y no hace referencia a la recarga de acuíferos que deja en manos el plan a gestiones de riesgos asociados a estos usos.
La evolución de situaciones como las descritas en California o España están permitiendo que países del Norte de África y Oriente Próximo implementen regulaciones similares como primer paso para poder afrontar con planificaciones a largo plazo y planes de financiación específicos para el desarrollo de la reutilización como factor clave para su desarrollo.
Sin embargo la reutilización como herramienta de gestión no debe ser solo considerada en zonas áridas. Un ejemplo que me gusta poner de manifiesto es el caso de Singapur. Singapur es un país húmedo, con más de 180 días de lluvia de promedio anual y precipitaciones medias anuales de 2.350 mm al año; es el caso opuesto al sur de California con 380 mm o España con 630 mm de media.
Singapur es un país densamente poblado con más de 5,5 MM de habitantes viviendo en 718 Km2. La gran limitación de terreno disponible le hace tremendamente dependiente de importar agua de Johor o Malasia para abastecer su demanda de 1,82 Mm3/d. Hoy la reutilización de agua en Singapur supone el 30% de sus recursos. Este logro se ha conseguido a través de dos aproximaciones diferentes; una primera con menor grado de sofisticación para uso industrial que llevan trabajando desde 1966 y otro posterior en 2003 con la introducción del nuevo concepto de NEWater para el suministro de agua directa no potable (DNP) y agua potable indirecta (IPW).
PUB NEWater: Step Treatment at NEWater Plants
El primer uso (DNP) es mayoritariamente para uso industrial (energía, petroquímica, aire acondicionado en edificios públicos, etc.). El segundo uso IPW, con unos estándares de calidad muy superiores al del agua potable y mezclado con agua de lluvia, va destinado a ser inyectado y almacenado en sus reservorios de agua antes de ser tratado para suministro de agua potable. Esta agua reutilizada tiene calidades superiores a las recomendaciones del WHO para agua potable (WHO 2011) y el US EPA National Primary Drinking Water Regulations.
El gran logro del país es que ha conseguido que el agua reutilizada sea reconocida por la población como recurso y que sus tarifas sean aceptadas y pagadas por los usuarios (tema muy controvertido en muchas partes del mundo) con tarifas de 0,65 y 1,22 SG$/m3 respectivamente.
El ejemplo de Singapur en el uso de agua regenerada tiene especial importancia por la facilidad con que ha conseguido una aceptación de la población gracias a un plan bien trabajado de concienciación ciudadana, con un apoyo claro del gobierno y un riguroso plan de gestión y monitoreo de la seguridad de la calidad de agua. Actividades como paneles de expertos que han asesorado desde muchas perspectivas el NEWater, el centro de visitantes o los cambios en la terminología han sido críticas en el éxito de esta gran gesta.
Source: PUB NEWater
Con estos ejemplos pioneros y tras largos años de desarrollo en la búsqueda de soluciones, quiero poner de manifiesto la importancia del desarrollo de marcos jurídicos y regulaciones que permitan llevar adelante iniciativas razonables y desarrollos de zonas urbanas y agrícolas cuyo factor económico critico y limitante es el agua como recurso escaso.
Con tal fin la International Desalination Association (IDA) organiza la “IDA International Water Reuse and Recycling Conference” en Valencia del 24 al 27 de junio donde hemos preparado un debate titulado: “The Big Debate: Water Reuse Regulations in Europe, USA and Asia”. Los ponentes de este panel serán: Doña Conchita Marcuello, Ingeniero en el Centro de Estudios Hidrográficos (CEDEX) de la Dirección General del Agua, Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Don Mehul V. Patel, Director de Producción de Agua en Orange County Water District y Don Maurice Neo, Director de la Red de Agua Reciclada de Singapore Public Utilities Board.
Si estáis interesados en el tema os invito a asistir. Más información.
Bibliografía
- Wastewater Reclamation and Reuse. Takashi Asano. Water Quality Management Library.
- Singapore´s experience with reclaimed water: NEWater. Hannah Lee&Thai Oin Tan. International Journal of Water Resources Development
- Plan Nacional de Reutilización de aguas. Dic 2101 MMARM. DG de Agua
- State Water Resources Control Board. Regulation Related to Recycled Water July 16, 2015. California Code of Regulations