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250 Años de la rotura de la antigua presa de Mezalocha, un hecho que inspiró a Goya

Sobre el blog

Conoce la CHE y la gestión del agua
Compilación de los artículos técnicos de los expertos de la Confederación Hidrográfica del Ebro publicados en su Boletín mensual.
  • 250 Años rotura antigua presa Mezalocha, hecho que inspiró Goya
  • Artículo por René Gómez López de Munain. Jefe del Área de Seguridad de Infraestructuras de la Confederación Hidrográfica del Ebro-

Entre 1743 y 1746 se terminó de construir la presa de Mezalocha (Zaragoza), una presa arco-gravedad de mampostería de unos 23 metros de altura sobre cimientos, y unos 58 m de longitud de coronación. Esta presa se rompió el 20 de junio de 1766, precisamente este año, precisamente, se ha cumplido el 250 aniversario de este acontecimiento.

D. Ignacio Jordán de Asso (1742-1814), ilustrado aragonés que aparece esculpido en la escalinata del Paraninfo de la Universidad de Zaragoza, lo describió con gran precisión: “Dicha obra se perfeccionó enteramente y subsistió hasta el 20 de junio de 1766, en que sin aluvión, ni crecida de río reventó la mampostería, que se había construido en el estrecho.”


Figura 1: Fotografía de la presa de Mezalocha el 26 de agosto de 1926, donde se puede observar la presa actual, con los restos de ambos estribos de la presa derruida y una línea discontinua que marcaría su antigua coronación

La presa se rompió fundamentalmente por un fenómeno conocido como “sifonamiento”. La presa no se cimentó sobre la roca, sino que su zona central se apoyó en el cauce del río directamente sobre las gravas y arenas del aluvial. Como describe D. Antonio Lasierra (1899): “…las aguas empezarían arrastrando el fango y las arenas más finas, las arenas gruesas después y llegando a tener cierta importancia la filtración por debajo del macizo de los cimientos, el esfuerzo de la corriente fue sucesivamente, llevando ante sí materiales más gruesos, hasta que dada la exagerada curvatura del dique, empezaría a inclinarse por su centro aguas arriba, a cuartearse, por consiguiente, y por fin a su completa y paulatina destrucción”.


Figura 2: Restos de la planta de la presa, según observación de D. Antonio Lasierra (1899) publicado en la Revista de Obras Públicas nº 1225

Además de esta deficiente cimentación de la presa, el talud del paramento de aguas abajo era muy vertical 0,3H:1V, lo que la hacía excesivamente esbelta y no permitía su estabilidad frente al deslizamiento. La experiencia de este suceso no se aprendió y divulgó convenientemente, y casi cuatro décadas después, en 1802 se rompía la presa de Puentes (Murcia), causando la muerte de 600 personas por la misma causa. La construcción de esta presa se inició 19 años después del colapso de Mezalocha. La avenida que produjo la rotura de Mezalocha debió afectar a todo el valle del Huerva hasta su desembocadura en el río Ebro en Zaragoza. Sabemos con certeza que al pasar por el municipio de Muel causó graves daños en la ermita Nuestra Señora de la Fuente, cimentada sobre la presa romana de Muel, alcanzando la altura de lámina de inundación 1,80 m. No constan referencias bibliográficas de víctimas.

Figura 3: Ermita Nuestra Señora de la Fuente con la inscripción de su inundación. El año está equivocado y fue grabado tras la reconstrucción de la ermita en 1770

Hacia 1770 el municipio de Muel acordó reparar la ermita de Nuestra Señora de la Fuente después de los daños causados por la avenida de la rotura de la presa, contratando a Francisco de Goya y Lucientes para que decorara las cuatro pechinas de la nueva capilla y que se pueden contemplar a fecha de hoy.


Figura 4: Detalle de una de las 4 pechinas de la Ermita pintadas por Francisco de Goya

Una curiosidad interesante de reciente descubrimiento por quien suscribe e inédita, es que D. Francisco de Goya y Lucientes realizó un conjunto de dibujos preparatorios y láminas de cobre para grabados en aguafuerte, cuyo motivo es la presa de Mezalocha.


Figura 5: Dibujo preparatorio: “Paisaje con cascada” de D. Francisco de Goya y Luicientes. Fecha: 1799 c. Número de catálogo: D04278. Museo Nacional del Prado

       


Figura 6: Fotografía de mayo de 2016 con la presa reconstruida en 1903 al fondo. Se puede observan la analogía entre dibujo y fotografía en la pasarela de acceso a presa situada a la izquierda el peñasco intermedio y la cascada provocada por la rotura de presa cuyo emplazamiento ahora ocupa la presa actual en el lado derech

Con posterioridad la presa de Mezalocha se terminó de reconstruir en 1903, llegando hasta nuestros días con una altura desde cimientos de 32 m, y almacenando un volumen de agua de 3.916.319 m³.

El acontecimiento de la rotura de la presa de Mezalocha en 1766, no es una efeméride que haya que celebrar, pero si conviene recordar lo que sucedió y contemplar la impresión que este hecho motivó a Francisco de Goya a regalarnos su visión de aquel momento.  


Figura 7: Perfil de emplazamiento de la presa reconstruida, extraída del Proyecto de 1882 de D. Ramón Gironza. Inicialmente se diseñó escalonada, pero al final se construyó con paramento continúo inclinado

Por fortuna, hoy contamos con nuevas herramientas que nos ayudan a conocer el comportamiento de una presa. Así, las nuevas infraestructuras están dotadas de sensores de auscultación en su interior que nos muestran en tiempo real sus valores y que, una vez comparados con umbrales preestablecidos, nos avisan de comportamientos anómalos o patologías. De esta forma podemos adelantar a situaciones futuras de riesgo y reducirlas o eliminarlas. En este sentido, el modo de fallo aquí descrito es muy difícil de observar en nuestros días.    

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