Recuperación de costes
Ha sido uno de los temas más debatidos en distintos foros profesionales, pero uno de los temas de debate público más eludidos.
¿Por qué? Quizá no deba ser yo quien responda esta pregunta. Seguramente tiene bastante que ver con que los debates públicos tienden a la absoluta simplificación, a que los medios de comunicación no tienen recursos ni tiempo para tratar la complejidad de los temas, al bajo atractivo del tema, al miedo electoral, a la potencial respuesta irresponsable de la oposición política, etc.
Muchos coinciden en que las tarifas del agua, no sólo de los abastecimientos urbanos, sino también algunos sectores productivos, no cubren, como marca la Directiva Marco del Agua (actualmente en revisión), los costes del servicio del agua atendiendo a todo su ciclo. Por tanto, se está contraviniendo uno de los principios básicos de la Directiva.
Obsolescencia de las infraestructuras
Regeneración del capital natural
Igualdad en la recuperación de costes
Visión de adaptación al cambio climático
Trabajar con visión de adaptación al cambio climático es necesario para no dejar a nadie atrás, en el futuro próximo, como una solidaridad intergeneracional cada vez más cercana. Ya no hablamos como antes de nuestros nietos, sino de nuestros hijos y sobrinos. Necesitamos ganar resiliencia en nuestros sistemas de abastecimiento y saneamiento, y prever las futuras situaciones para minimizar y compensar las futuras situaciones.
Gobernanza del agua
A este debate hay que sumar que nuestro país es un territorio complejo, con áreas densamente pobladas con otras despobladas, con distintos modelos de gestión, diferentes niveles competenciales, etc. que generan una complejidad de la gobernanza del agua en España, que han creado una multitud de operadores de distintos tamaños, situaciones, sistemas tarifarios, etc., que nos lleva al debate de la necesidad o no de una coordinación o armonización general de los modelos de gestión y sistemas tarifarios que se aplican, atendiendo a estas diferentes situaciones.
Compatibilizar la recuperación de costes con el derecho humano al agua y saneamiento
Todos estos aspectos podrían suponer, si se aplicara un marco completo del principio de recuperación de costes, una subida sensible de las tarifas del agua.
Es cierto que el agua, frente a otro tipo de recursos, supone además un Derecho Humano reconocido por Naciones Unidas desde 2010 (Resolución 64/292). El Derecho al Agua, para su consecución, tiene que cumplir varias componentes, donde destaca el acceso y la asequibilidad. La OCDE marca que para que el servicio del abastecimiento de agua sea asequible no debería superar el 3% del presupuesto familiar de un hogar. Por encima de este umbral se está incurriendo en un sobreesfuerzo y se está vulnerando un derecho fundamental.
¿Sabemos, por tanto, con nuestro actual sistema tarifario cuántas personas están en esta situación? ¿Sabemos cuántas personas estarían en esta situación si se aplicara los distintos niveles de recuperación de costes? Y, una vez conocido estos datos, ¿nos estamos dotando de los mecanismos de acción social necesarios para solventar esta problemática en aquellos hogares donde se superen dichos umbrales, con y sin aplicación del principio de recuperación de costes?
Es posible que la cifra de hogares que está en dicha situación de incapacidad o sobreesfuerzo sea reducida, dado que el coste medio de los servicios del agua con respecto a los ingresos que supone a un hogar en España es cercano al 1%. No obstante, si no se quiere dejar a nadie atrás... tampoco en España, es necesario abordar esta situación si se quiere garantizar el derecho al agua y saneamiento.
Si bien es verdad que el reto del derecho al agua y al saneamiento está situado en muchos de los países en vías de desarrollo que aún no tienen fuentes seguras de abastecimiento y saneamiento. Si también es cierto que la capacidad técnica de planificación, gestión y gobernanza del agua en España es muy alta y reconocida, que los niveles de cobertura y calidad son altos y que existen desde hace años numerosos operadores que aplican mecanismos para proteger a los más vulnerables, es necesario también acabar de atender esta realidad en nuestro país para establecer las acciones y mecanismos necesarios que permitan garantizar este derecho a todos y cada uno los hogares.
También debe perderse el miedo a enfrentar el debate social y el derecho humano al agua con el principio de la recuperación de costes que marca la Directiva. Para solventarlo, es necesario analizar con más detalle esta realidad, y conciliar el principio de la Directiva con la aplicación de los mecanismos de acción social necesarios para garantizar el derecho humano al agua.