Canadá es una de las zonas de la Tierra donde hay más presencia de agua. De hecho su territorio contiene enormes reservas de agua dulce. Se calcula que este país posee aproximadamente un 7% del total que existe disponible en el mundo. Toda esta agua se distribuye, en parte, en sus lagos (que son tan numerosos que contarlos se vuelve una tarea de valientes) y, el resto, en sus glaciares (sólo superados en número por los que hay en la Antártida y en Groenlandia).
Sin embargo, ni siquiera tanta agua dulce acumulada en un mismo territorio puede contener los efectos del Cambio Climático.
Este verano Canadá está literalmente ardiendo y sus efectos los podemos ver en la fotografía que sirve de portada para este artículo.
Si la parte más privilegiada del mundo en cuanto a agua está ardiendo y se está quemando, ¿qué le pasará al resto del Planeta cuando sigan subiendo las temperaturas?
Ahí podemos ver tres fases diferentes de un mismo paisaje:
Foto de Portada: tomada el día 1 de Agosto 2018. Observamos un cielo azul jalonado por blancas nubes. Hasta aquí todo parece normal.

Foto de Portada: tomada el día 9 de Agosto 2018. Parece una mañana típica donde hay neblina al despuntar el día con el amanecer. Hasta aquí todo parece normal.

Foto de Portada: Tomada el día 19 de Agosto 2018. Un cielo de color amarillo, de color azufre. Es el humo de las llamas.

¿Qué estamos viendo? No es una zona quemada, estamos observando el aire.
La atmósfera está cargada por el humo de los fuegos de alrededor. Pero no estamos hablando de zonas muy cercanas. Nos referimos a lugares que se están quemando a cientos de kilómetros de distancia.
Ni siquiera tanta agua dulce acumulada en un mismo territorio puede contener los efectos del Cambio Climático
Por eso, la pregunta es clara: si la parte más privilegiada del mundo en cuanto a agua está ardiendo y se está quemando, ¿qué le pasará al resto del Planeta cuando sigan subiendo las temperaturas?
Una pregunta para reflexionar con una respuesta que se antoja del todo evidente.