¿Seríamos capaces de imaginar un lugar donde pudiésemos tomar un baño en plena Naturaleza? El agua cristalina nos estaría cubriendo con su frescor y escucharíamos el canto de aves como el Jilguero o el Martín Pescador. Al levantar la mirada, la brisa mecería suavemente las ramas de árboles como el Fresno, el Chopo o el Alisio. Completamente relajados, aspiraríamos una bocanada de aire puro e inundaríamos nuestros sentidos con el olor de la Jara, la Retama y el Brezo. En medio de esa quietud, podríamos percibir a nuestro alrededor peces como la Trucha, el Barbo y la Boga. Un cangrejo de río correría a esconderse bajo la arena. Una rana saltaría desde el lecho del cauce formando burbujas en la superficie del agua. Un par de tritones nadarían hasta ocultarse. Y, finalmente, en la orilla, veríamos escabullirse a un pequeño zorro. Las libélulas azules y rojas serían nuestras compañeras más osadas.
¿Es esta clase de entorno un lugar utópico que solo puede vivir dentro de nuestra imaginación?
Aunque parezca increíble, acabamos de describir un lugar real que existe gracias a la buena gestión del agua y del uso sostenible de su ecosistema. Estamos hablando de las comúnmente llamadas “Piscinas Naturales”.

Un ejemplo de estas áreas recreativas lo encontramos en una región de Extremadura (España), llamada “El Valle del Ambroz”. Este lugar lo configura una extensión de terreno relativamente pequeña en la geografía, de tan sólo unos 240 km2 de superficie. Sin embargo, es una zona donde todavía se puede respirar la Naturaleza en estado puro y donde el agua está siempre presente. De hecho, la mayoría de los ocho municipios que lo componen han sabido gestionar sabiamente sus recursos para crear áreas recreativas de ocio para el verano con coste cero y con máximo respeto al medioambiente.
¿Cuáles son las claves de la buena gestión que se está haciendo en torno a las Piscinas Naturales en el Valle del Ambroz?
Destaquemos algunas de ellas de manera específica:
- Acondicionamiento de la zona de baño:
Estas instalaciones se preparan en los cauces de los ríos tras estudiar la orografía del terreno. La prioridad es respetar todo lo posible el lecho, el cauce y la orilla. En algunas ocasiones, la morfología de la cuenca hace necesario acondicionar la zona de baño con solado de hormigón y muretes de mampostería para hacer la presa que retendrá el agua. Incluso en esos casos, se respeta al río y a su entorno.
- Ubicación natural y apropiada para el ecosistema:
La zona que se escoge para hacer la Presa es clave para no agredir al río ni a su entorno. Es prioritario que la corriente del río se mantenga siempre sin interrupción. Por eso, es común ubicar las Piscinas Naturales en la parte alta de los ríos manteniendo una pendiente del terreno que permita que la corriente siga su curso. A los lados de la Presa o de la zona de baño, se mantienen cauces o aliviaderos que siguen conectando al río de tal manera que los peces y otras especies acuáticas sigan teniendo un paso natural para seguir su curso habitual.

- Construcción sencilla de las Presas:
Se utilizan paramentos que puedan colocarse en estribos para su retirada posterior y con una apertura siempre manual (no se utilizan elementos eléctricos para las compuertas). De esta manera, fuera del tiempo de verano, se restaura de manera inmediata el cauce del río eliminando cualquier elemento que haya servido para hacer la retención temporal del agua. La Compuerta principal es elevada manualmente con una polea o con un volante. Esta sencilla construcción también asegura que no haya residuos generados por elementos externos ni necesidad de mantenimiento. Tampoco se instalan bombas sumergibles para el llenado o vaciado de la presa ya que la gravedad y la pendiente del terreno hacen ese trabajo.
- Instalaciones para los usuarios:
Alrededor de las Piscinas Naturales (y alejadas del cauce y de la ribera del río), se acondicionan instalaciones para los usuarios. Algunas de ellas son aparcamiento para vehículos, praderas para los bañistas, baños públicos y zonas de restauración para tomar la comida típica del lugar. También hay contenedores para poder depositar los residuos que podamos generar y así mantener la zona limpia.

- Sistema de depuración natural:
En las Piscinas Naturales no hay depuradoras para mantener en óptimas condiciones la calidad del agua. Como hemos explicado anteriormente, la corriente del río es continua y el agua viene del deshielo o de algún pantano cercano. Por esa razón, el agua no está nunca estancada. Sin embargo, se hacen análisis regulares del agua para comprobar el recuento de Enterococos y de la Escherichia Coli. Esto es una manera efectiva de asegurar a los usuarios que están usando aguas limpias y libres de contaminantes.

¿Qué ventajas se derivan para los Usuarios y el Medio Ambiente por usar de manera racional estas áreas recreativas y de ocio durante el verano?
Listemos algunas de ellas:
- Mantener el entorno limpio y recogido evitando las grandes aglomeraciones.
- Poder entrar en comunión con la Naturaleza.
- Se fomenta el respeto por las especies acuáticas autóctonas.
- Se hace un uso sostenible del agua al no tener que aportar agua externa a la presa. Se mantiene el caudal del río con el agua que viene del deshielo o de pantanos cercanos.
- Los usuarios tiene una zona habilitada y específica para el baño. Esto evita las incursiones por el cauce del río de manera voluntaria (con el consiguiente daño a los cauces, riberas y a la fauna y flora).
Así que, ya sabemos que hacer en tiempo de verano. Disfrutemos de manera respetuosa y sostenible con el entorno natural usando de manera responsable las Piscinas Naturales que podemos encontrar a lo largo de la geografía española.
