Durante los últimos años y gracias a los Smartphone se están empezando a poner de moda los llamados “Sistemas del yo cuantificado”, los cuales básicamente nos permiten medir determinados aspectos de nuestra vida para poder administrar nuestro tiempo o recursos de una forma más eficiente. Estas nuevas aplicaciones tienen un amplio radio de acción, desde medir nuestros progresos a la hora de realizar un ejercicio físico a controlar cuanto dormimos o gastamos al mes.
Recientemente y a raíz de esto, se está empezando a extender el uso de estos sistemas a otros campos dentro de la escala doméstica, con la aparición de una gama de aparatos y aplicaciones que nos permiten establecer un control domótico sobre nuestro entorno. Dentro de estos sistemas de control, comienzan a aparecer los primeros sensores domésticos capaces de establecer un diagnóstico sobre nuestras macetas y jardines (incluso pequeños cultivos en algunos casos). Y es gracias a dicho diagnóstico, interpretado por aplicaciones web o móvil, como podemos establecer sistemas de riego que permitan cuantificar de forma bastante eficiente la cantidad de agua que debemos aplicar en la irrigación de nuestros jardines, y con jardines no se hace alusión únicamente a propiedades particulares, ya que estos sistemas son bastante versátiles y algunos están diseñados para llegar a dar servicio a porciones mayores de terreno como pequeñas explotaciones agrarias o incluso campos de golf.
Gracias a la implementación de sistemas de este tipo, sería posible establecer un mayor control y ahorro en el cuidado de zonas verdes
Fuera del panorama doméstico estos sistemas no son algo tan nuevo, ya que desde hace años, instituciones de todo el mundo emplean sensores de muchos tipos para establecer una irrigación o fertilización más eficiente a gran escala. Estos sistemas permiten ahorrar volúmenes de agua considerables y ayudan a evitar la contaminación por exceso de nutrientes en las aguas. Un buen ejemplo de estos sistemas a mayor escala seria el aplicado por Coca-Cola, Iberia y WWF en Daimiel, con el objeto de hacer un uso responsable del agua en la agricultura, como bien trató iAgua en un artículo sobre el tema.
Volviendo a las tecnologías domésticas, podemos destacar varias iniciativas surgidas por diversas compañías que pretenden hacerse con un mercado aun sin explotar. Estos nuevos sistemas se basan principalmente en diseños atractivos, simples y de fácil uso, apoyados en bases de datos con las características de la planta, sumados a una interfaz de aplicaciones móviles que permiten al usuario conocer el estado de sus plantas y las necesidades hídricas de las mismas, mediante un sistema de avisos que se pueden controlar fácilmente desde un móvil o una Tablet.
Gracias a la implementación de sistemas de este tipo, sería posible establecer un mayor control y ahorro en el cuidado de zonas verdes. Lo que en determinadas épocas del año o periodos más secos podría llegar a suponer un gran avance, especialmente en países mediterráneos como España.
Por último, para ilustrar esta nueva tecnología un par de ejemplos de dispositivos:
- Parrot Flower Power:
Una de las alternativas más simples y económicas, capaces de medir los parámetros básicos y comunicarse vía Bluetooht con nuestros dispositivos móviles.
- Fliwer:
Realiza una medición bastante completa de los parámetros y requerimientos de la planta, además de tener bastantes extras como por ejemplo el riego automatizado o controlado por el usuario gracias a su aplicación. Se trata de un dispositivo algo más caro, pero que concede al usuario un control más profesional y un mejor servicio.