El riego por goteo subterráneo, como hemos visto en entradas anteriores de mi blog, tiene varias líneas de trabajo según el tipo de cultivo y la vida útil del sistema.

Los cultivos de frutales a los que me estoy refiriendo son plantaciones de manzana, cereza, melocotón y granado. Estas referencias en frutales son las que más hemos trabajado con instalaciones de RGS y dónde estamos obteniendo unos resultados muy buenos.
Las instalaciones de RGS, independientemente del marco de plantación al que trabajemos, sea un 6x5, 5x4, 7x6 o superintensivos a 4x1.4, 3.5x1.2, 4x2, entre otros, siempre diseñamos con doble tubería emisora por fila de árboles, ya que conseguimos manejar el frutal de una forma más eficiente y con un desarrollo óptimo que nos hace conseguir rendimientos excepcionales.

Dicha instalación, la enfocaremos según las necesidades del cultivo en función del marco y el suelo que tengamos (textura, estructura, etc), jugando con caudales y separación de emisores para formar una franja continua de humedad que es el objetivo del RGS.

Los beneficios del RGS en el cultivo de frutales son muchos y variados. No obstante, como siempre explico, cada productor nos da la ventaja estrella que le ha hecho implantarlo y que no siempre coincide, porque el RGS es un sistema de riego que da soluciones a unas necesidades muy variadas dentro del sector de la fruticultura.
Sin duda, el ahorro de agua es una ventaja importante, sobre todo en zonas como la región de Murcia, donde el agua supone un coste productivo con un peso importante en el balance total de costes de la producción de fruta.
En el cultivo de frutales, es posible tener la necesidad de cubrir alguna deficiencia nutritiva con algún microelemento en determinados momentos. El sistema de RGS nos permite no solo aplicarlo, sino localizarlo directo en la zona radicular, corrigiendo estas carencias mucho más rápido y con mayor eficiencia al estar más cerca de la raíz y evitando las pérdidas del producto aplicado. No cabe duda que la efectividad de la fertirrigación es mucho mayor en el resto de macroelementos, p.e., el fósforo que es muy poco móvil y que igualmente lo dejamos en la zona radicular asegurando su disponibilidad en el sitio adecuado.

La mayoría de plantaciones frutales se manejan con cubiertas vegetales que se cuidan con herbicidas o desbrozadoras/segadoras para mantener las malas hierbas a raya. No tener estorbos en superficie es fundamental para evitar esas roturas que en el caso del riego por goteo superficial es inevitable tengamos un coste de reparaciones de dichas averías.

Por otro lado el coste de herbicidas será inferior al no tener humedad en superficie y por tanto, la germinación de dichas malas hierbas será mucho menor.
La calidad de la fruta es un parámetro que preocupa mucho al productor ya que condiciona en muchos casos, el precio de la misma. Esta calidad en la mayoría de casos viene condicionada por el manejo de productos fitosanitarios para evitar plagas y enfermedades. En la mayoría de enfermedades tener humedad en superficie supone un empuje mayor en la proliferación de las mismas. En sistemas de RGS no tenemos esa humedad en superficie, lo que supone un ahorro de fitosanitarios importante.

Otra preocupación importante de los productores en zonas del litoral sureste español, es la salinidad de las aguas y su manejo con fracciones de lavado mediante el riego para evitar problemas de salinidad que con el tiempo se complican. En todos los casos, con el RGS conseguimos menos problemas de salinidad al no tener esa humedad en superficie y menos precipitados de sales, que a su vez al colocar el bulbo en profundidad desplazamos a las capas inferiores fuera de la zona radicular.

Asimismo, la escasez de agua nos obliga a utilizar cada vez más aguas procedentes de depuradoras de terciarios. Con el sistema de RGS, conseguimos usarlas con total garantía sanitaria, evitando olores y contaminación del fruto. No cabe duda que las aguas que se utilizan cada día son de peor calidad y nos obliga a ser más rigurosos en el mantenimiento de las instalaciones, por ello el problema de obstrucciones por precipitados calcáreos nos obliga a tener un coste en aplicaciones de ácidos de una forma frecuente y que con el sistema de RGS, al tener los emisores sin presencia de oxígeno, esas precipitaciones son inferiores, reduciendo bastante este problema.

El sistema RGS aplicado a frutales es, sin duda, por todo lo comentado anteriormente, una alternativa como sistema de riego con unos beneficios importantes que nos hace conseguir altos rendimientos en la calidad de la fruta a un menor coste.
Estos 15 años de experiencia en RGS en fruta nos han proporcionado a empresas como AZUD confiar plenamente en el sistema y desarrollar productos específicos como el emisor PREMIER PC AS, emisores robustos de gran paso que nos dan la tranquilidad de un buen funcionamiento; filtraciones automáticas de baja presión (1,3 bar) para tener menores costes en energía, etc… Así como adquirir todo el conocimiento sobre el manejo y mantenimiento del sistema RGS que plasmamos en los manuales que se aportan a los usuarios del sistema para garantizar un correcto funcionamiento de la instalación en el tiempo.
