Escribo el presente comentario desde la estación de trenes de León hoy 2 de junio de 2022 mientras espero la salida del tren que me lleve a mi domicilio en Murcia.
Al igual que en las anteriores ediciones, celebradas en los años 2014 y 2018, he participado como asesor jurídico de la Comunidad de Regantes Miraflores de Jumilla (Murcia) con una ponencia sobre la responsabilidad civil de los directivos de las Comunidades de Regantes en el XV Congreso Nacional de Comunidades de Regantes que tiene lugar en León entre el 30 de mayo y el 3 junio organizado por la Federación Nacional de Comunidades de Regantes.
A modo de ejemplo, sin pretender realizar un listado exhaustivo, en el día de hoy se han puesto de relieve los siguientes problemas que afectan al sector del regadío (en general) y a las Comunidades de Regantes (en particular):
- El regadío presenta un actor fundamental en la economía nacional; cuando se pone en duda al regadío, se ataca a una actividad fundamental en el desarrollo nacional.
- Todos los agentes involucrados en el agua (agricultores, movimientos sociales, ecologistas...) deben promover acuerdos en los temas que afectan a este recurso si bien, para alcanzar tal fin, esos agentes deben tener claro que se verán a obligados ceder en sus posturas.
- Dada la introducción de nuevas formas societarias, inversores y de explotación en el mundo agrícola debe compatibilizarse tal realidad con las explotaciones agrarias tradicionales.
- Resulta fundamental, ante la nueva realidad que representa la escasez del agua y las sequías cada vez más profundas, la construcción de más infraestructuras de regulación así como el aprovechamiento de las aguas residuales y del agua desalada.
- Dada la mala “prensa” que presenta el regadío debe realizarse un esfuerzo de comunicación a los efectos de mejorar la imagen que se tiene en España de tal sector.
- En cuanto a las Comunidades de Regantes, existe la necesidad de que tanto los miembros de las mismas como sus directivos examinen las ordenanzas y reglamentos de su Comunidad dado que en ocasiones no se es conocedor de las reglas que rigen la corporación a la que se pertenece.
Debe ponerse en valor este Congreso cuya finalización se aproxima dado que representa una oportunidad (aunque que se celebre cada 4 años) para que todos los agentes involucrados en el mundo de regadío se reúnan, intercambien impresiones y discutan sobre los temas que afectan a este sector.