El invierno es una estación muy peligrosa para los sistemas de riego por goteo. Las bajas temperaturas pueden provocar la congelación del agua del circuito, que aumenta su volumen y por tanto puede generar la rotura o la avería de los diferentes elementos que lo componen, como por ejemplo los tubos de Polietileno, válvulas, filtros, transmisores de presión, …
La principal medida para proteger los diferentes elementos de la congelación de agua es “hibernar” todo el sistema, que consiste en cerrar el suministro principal de agua y drenar todo el circuito. Para este fin, es importante disponer de una o varias válvulas de drenaje en los puntos más bajos del circuito, que permitan desalojar toda el agua. Sin embargo, el drenaje no asegura el desalojo del 100% del agua contenida, ya que pueden quedar cavidades que no permitan un correcto drenaje por gravedad.
Para solucionar este problema existen dos opciones. Una de ellas consiste en desmontar todos los componentes del circuito (válvulas, sensores, filtros, …) y guardarlos hasta la primavera. Otra solución es el uso de aire comprimido para “soplar” las líneas. No obstante, estas tareas no son siempre viables o suponen costes elevados.
¿Cómo podemos proteger los transmisores de presión de la congelación?
Si pensamos en un transmisor de presión convencional, sabemos que dispone de una membrana metálica muy fina, típicamente de acero inoxidable, que transmite la presión a través de un fluido de relleno a un sensor primario transformándola en una señal de salida en corriente (4…20mA). La congelación del agua en contacto con la fina membrana metálica provocará una fuerte sobrepresión y una deformación que provocará una avería o valores de medidas incorrectos en el futuro. El transmisor deberá ser entonces reemplazado por uno nuevo.

VEGA tiene la solución a este problema, la celda de medición CERTEC® con una membrana cerámica, que puede soportar sobrepresiones de hasta 200 veces el rango del medida, aguantando perfectamente golpes de ariete y es muy resistente a la abrasión. Este tipo de membranas es utilizado con éxito en otras aplicaciones donde el producto puede erosionar, dañar o deformar las membranas metálicas.

La pasta de papel, el transporte de materiales sólidos neumáticamente o las aguas residuales con partículas sólidas son algunas de las difíciles aplicaciones donde se utiliza esta membrana cerámica. Los equipos pueden soportar la congelación del agua en contacto con la membrana y seguir midiendo de forma precisa y fiable posteriormente.