Uno de los ríos más grandes e importantes del Ecuador se ve susceptible por la contaminación de sus afluentes debido a la explotación minera por metales pesados en la provincia de Napo.
La minería pone en jaque a la Amazonía
La minería es uno de los sectores económicos que cada vez avanza más en Ecuador y la explotación en la Amazonía ha ido ganando mayor espacio generando contaminación debido a la presencia de concesiones mineras formales e informales, las cuales en ambos casos incumplen con los permisos pertinentes y los parámetros exigidos en relación a la legislación ambiental.
El problema de la extracción minera radica en la emisión de sedimentos, desechos tóxicos, residuos, vertidos, entre otros, todos estos terminan en los afluentes del río Napo alterando las propiedades fisicoquímicas y biológicas del agua, generando impactos ambientales y causando una tensión entre actores sociales que defienden los derechos de la naturaleza y los que ven a la minería como desarrollo económico.
Impacto ambiental
Estudios realizados por universidades de Ecuador como la Universidad Regional Amazónica IKIAM, Pontificia Universidad Católica y San Francisco en la cuenca del río Napo determinaron que los afluentes afectados poseen residuos de metales como el cadmio, plomo, cobre y mercurio donde los ríos involucrados son Jatunyacu, Anzu, Talag, Yutzupino, Piocullin y Napo, estos son cabeceras importantes y allí es donde se estarían localizando gran parte de las concesiones mineras, al sobrepasar lo limites permisibles disminuyen la calidad del agua para la preservación de la vida acuática violando lo establecido por las directrices ecuatorianas causando un grave impacto en este ecosistema, además, la deforestación, la erosión del suelo, la contaminación del aire y las malas practicas ambientales son problemas relevantes directos de la explotación minera.
Impacto socioeconómico
Napo es una de las provincias que su desarrollo económico se ve reflejado en el turismo acuático debido a su riqueza hídrica que posee, actividades como deportes extremos, balnearios, paseos en bote, cascadas, etc., son atractivos que la ciudadanía nacional y extranjera visita permanentemente y que podría verse afectado por el extractivismo y ambición del sector minero si este sigue en continuo crecimiento. Otro factor a tener en consideración es la salud poblacional ya que en las partes bajas de la cuenca se encuentran comunidades que realizan actividades y uso recreativo de este recurso y al entrar en contacto con afluentes contaminados puede ser afectado causando un deterioro en la salud. Así también tanto la agricultura, la ganadería y pesca son actividades económicas con incidencia directa en este tipo de impacto que proviene del extractivismo, ya que existe pobladores que extraen el agua directamente para el desarrollo de estas actividades.
Manifestaciones sociales en Napo
Existen varios reclamos por este atentado contra la naturaleza presentadas por organizaciones sociales como Napo ama la vida, Fundación rio napo, Napo resiste, directivas de comunidades afectadas y activistas ambientales, los cuales rechazan la continua explotación en las comunidades kichwas ,Ichu Urku, Talag, Puerto Napo, Yutzupino entre otras, que mediante reuniones, congregaciones, marchan con la frese “No a la minería, Si a la vida” motivando a que cada vez sea mas la gente que se opone a los proyectos mineros en la Amazonía, preservando la naturaleza y cuidando los recursos hídricos que son de vital importancia.
Respuestas de instituciones
Aunque se han presentado varias denuncias los resultados no son los esperados donde las instituciones públicas de la Provincia no asumen responsabilidades, a pesar de que existen leyes que amparan ante este tipo de actividades extractivas, ninguna autoridad se ha pronunciado para dar respuesta, mientras el sector minero intenta convertir la naturaleza en oro, la resistencia anti minera hasta la actualidad sigue vigente y seguirán en pie de lucha proponiendo medidas alternativas para un desarrollo económico en base a la sostenibilidad.