Es urgente para la República Dominicana la aplicación de un Plan Integral de Zonas Vulnerables que procure alejar las viviendas y otras construcciones de las márgenes de los ríos, cañadas y lagunas para preservar vidas y propiedades, tal y como propuso el presidente Luis Abinader en su reciente visita al sector La Yuca de la capital, donde varias viviendas resultaron destruidas por desbordamiento de una cañada tras el paso de la tormenta Laura.
Consideramos correcta la propuesta del presidente Abinader y le proponemos que integre una comisión con la única misión de presentarle, en el más breve tiempo posible, un plan práctico y aplicable en este sentido, con los mismos recursos de las instituciones existentes, a fin de que sea implementado de inmediato y así preservar vidas, ríos y bosques.
Lo primero sería construir proyectos de viviendas con el propósito de alojar a los desplazados de esas zonas vulnerables ya ocupadas y luego establecer en esas zonas, a 30 metros de distancia de esos ríos, cañadas o lagunas, franjas verdes y verjas perimetrales que impidan el retorno de esas ocupaciones ilegales.
A partir de ahí la labor de vigilancia al cumplimiento de la ley y disposiciones quedaría a cargo del Ministerio de Medio Ambiente y de las alcaldías municipales, de distritos y del Distrito Nacional.
La cruda realidad de El Caribe es que los fenómenos atmosféricos van a estar siempre presentes, y República Dominicana, que está enclavada en el mismo trayecto de los huracanes, no escapa a esa realidad. Realidad que cada vez nos da más fuerte en la cara, por el rezago histórico que tenemos en tomar las medidas necesarias y definitivas para protegernos.
Tenemos que poner fin a ese descuido y hacer que marche de inmediato ese Plan Integral sugerido por el presidente Abinader, si es que queremos el desarrollo sostenible y seguro que hemos ansiado.
Pertinente es acotar que ese Plan Integral de Zonas Vulnerables anunciado por el presidente Abinader debe incluir la aprobación de los proyectos de leyes de Aguas, de Ordenamiento Territorial y de Protección Forestal, todos muy útiles a ese propósito y sin embargo aún reposan en gavetas del Congreso Nacional.