El miércoles en las noticias de TV3 se volvía a hablar de la sequía en Cataluña, y el debate se centraba en ver cuántas desaladoras se debían construir o si realizar la interconexión de cuencas. Compartí que también se debía avanzar en la modernización/digitalización de regadíos porque en volumen representa un 70 % del agua en Cataluña, o temas de gobernanza, pasando de tarifas fija por unidad de superficie a tarifas binómicas, donde hay un seguimiento del uso del agua y una parte depende de la superficie y otra parte depende del uso del agua.
Por la tarde estuve reunido preparando mi participación en una de las reuniones mensuales que organiza el Trinxat de Reus. En la reunión estuvimos hablando de la situación de la Comunidad de Regantes del Panta de Riudecanyes o el caudal que existe a la salida de la EDAR, y que en un futuro está previsto que se aproveche para el regadío. Para esta comunidad de regantes es fundamental saber cuál será la calidad (salinidad) del agua que salga de la Estación de Agua Regenerada, cuál será el precio del agua de esta nueva fuente y cuando estará el agua disponible.
El jueves, en TV3, volvieron a hablar de sequía y de cómo esta había condicionado la cosecha de 2023, y en particular la cosecha de avellana de 2024.
El 17 de agosto el Periódico de Cataluña realizó una entrevista a Enrique Velasco (Jefe de Recursos Hídricos del ACA) y el titular de la noticia era “Con cada inundación empieza una nueva sequía”. Esto es lo que paso con las inundaciones de finales de 2019 y 2020, donde los embalses alcanzaron reservas de agua muy superiores a los valores normales, y estos han ido descendiendo de manera progresiva. Para explicar esto a menudo comento la evolución de los diferentes años naturales de la cuenca del Segre (Reservas de Oliana + Rialb). En el gráfico se puede ver:
- Las medias de los últimos 5 y 10 años.
- El atípico año 2020, con reservas muy superiores.
- El año 2022 se registró una pérdida de reservas muy similar a la de años anteriores, pero partiendo de reservas muy inferiores.
- Atípico año 2023.
- Año 2024, donde poco a poco las reservas se han ido acercando al valor medio, al registrar menores reducciones de reservas.
En la siguiente tabla resumo la reducción de reservas de la semana 23 a la 34, de las diferentes demarcaciones de todo el estado. Se puede resumir que la vertiente atlántica disponía en este 2024 de mayores reservas al inicio del período, pero también se han incrementado de manera importante la reducción de reservas. En las cuencas mediterráneas, ocurre al revés, menos reservas iniciales, que han llevado a una reducción de 2024 respecto al 2022. Llama la atención la demarcación del Tajo, que ha pasado de valores próximos a los 1.100 hm³, a una reducción del 1.838 hm³. En la figura se muestra la demarcación del Tajo, según datos directos del boletín hidrológico visor GIS.
Mi recomendación empezar a pensar en regulaciones hiperanuales, y abandonar la idea de que cada otoño/invierno obligatoriamente se recuperaran reservas próximas al 100%.
La primera condición que se debe cumplir para que podamos decir que hemos finalizado un episodio de sequía es que se alcance la normalidad hídrica. En la siguiente figura represento la evolución de las reservas de la Unidad Ter Llobregat en 2023 y 2024, y se puede observar como se reducen las reservas en verano por la combinación de menores aportaciones y mayores demandas. Numéricamente, no se ha pasado de los 160 hm³, que marcarían la salida de alerta. Por lo tanto, Cataluña debe continuar las actuaciones para mejorar la resiliencia contra el cambio climático en temas relacionados con el agua.
Las diferentes unidades de explotación presentan comportamientos diferentes, por lo que para salir de un evento de sequía se debería alcanzar la normalidad hidrológica en el conjunto de las unidades de explotación. Los valores normales a menudo no representan la realidad de los extremos.
Debemos solucionar el problema de las unidades de explotación de componente urbanas, pero sin olvidar las unidades rurales, donde el agua es un recurso necesario para que pueda existir viabilidad de las explotaciones agrícolas.
En la siguiente figura represento la evolución del estado de sequía de 4 unidades de explotación. 2 han presentado una mejora en los últimos meses y actualmente están en prealerta (CAT) y alerta (ATL). Mientras, otras dos, Darnius-Boadella y Panta de Riudecanyes, se encuentran en situación de emergencia, y el regadío y sus regantes en una situación muy compleja.
Aprovecharé a actualizar los índices de escasez de las Unidades de Explotación de la CH Ebro que están en Cataluña, en el periodo 2019/01 a 2024/07. En esta gráfica se puede observar lo que comenta Enrique, valores superiores de reservas de agua en 2020 han llevado a valores inferiores en el segundo semestre de 2022 y primero de 2023.
En la figura se puede observar como el índice de Escasez de la cuenca del Segre registro en julio de 2024 un valor de 0,31, primer valor de prealerta de agosto de 2021.