Fernando Miranda recordó en Fenacore "Para el regadío, la mejor defensa es una buena comunicación"

Ayer se celebró en Madrid la XXI jornada técnica de Fenacore. En la Clausura estuvieron presentes:

Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación

Fernando Miranda (Secretario General de Agricultura y Alimentación)
Isabel Bombal (Directora General de Desarrollo Rural, Innovación y Formación Agroalimentaria)
Cristina Clemente (Subdirectora General de Regadíos, Caminos Naturales e Infraestructuras Rurales).
Francisco Rodríguez Mulero. Presidente de la SEIASA.

Fenacore

Andres del Campo (Presidente)
Cesar Trillo. (Vicepresidente)
Juan Valero de Palma. (Secretario General).

Aquí os comparto el link del número 75 de la revista Intercuencas, que lleva por título El regadío un escudo social. Como puede verse en la portada, en la página 16, hay un artículo de opinión mío titulado “Para el regadío, la mejor defensa es una buena comunicación”. Varias personas me han comentado que Fernando Miranda recordó a los asistentes a comunicar la importancia del regadío a la sociedad, fuera del ámbito de los regantes, y que me puso como ejemplo de comunicación en positivo. Muchas gracias por la mención.

A continuación comparto el articulo publicado en la revista.

Fig. 2 Portada de la Revista Intercuencas.

En esta edición hubiera asistido a la jornada, pero estaba de ponente en una mesa redonda sobre la sequía dentro del proyecto LIAISE. En la zona de Cataluña, esta campaña de riegos estará altamente condicionada por las escasas reservas de agua a causa de la sequía que dura ya 30 meses.

Fig. 3 Participación ayer en la mesa redonda sobre la sequía.

Para el regadío, la mejor defensa es una buena comunicación

El presidente de Fenacore me invitó a realizar este artículo un día antes de las semifinales del mundial de fútbol de Qatar. En algunos partidos de este mundial se ha podido comprobar cómo algunos equipos que han dejado de atacar, incluso con el resultado a favor, han tenido dificultades en sacar adelante sus partidos.

En el deporte, y otros ámbitos, a menudo se dice la frase “la mejor defensa, un buen ataque”. Yo he adaptado esta frase y la he convertido en: “la mejor defensa, una buena comunicación”. Es importante comunicar al sector del regadío los avances para ser cada día más sostenibles, pero es absolutamente estratégico comunicar al conjunto de la sociedad las externalidades del regadío. La comunicación de dichas externalidades no se debe ver como una obligación en un determinado evento, sino como una actividad estratégica que se debe mantener a lo largo del año y que debe permitir que los contenidos lleguen cada vez a personas, especialmente del ámbito urbano.

En este articulo compartiré las 7 externalidades más importantes de la agricultura de regadío, una por cada color de los cinturones que se utilizan en artes marciales.

Blanco. Mayor producción de alimentos. El segundo objetivo de desarrollo sostenible es “Hambre cero”. Se debe producir una mayor cantidad de alimentos para alimentar a la población que registra subnutrición y una población que está en crecimiento. No comentaré previsiones de crecimiento a nivel mundial para 2050, sino el hecho de que a mediados del mes de noviembre de este año la población mundial ha alcanzado los 8.000 millones de personas. Si miramos a atrás poder ver que en el año 2.000 estábamos en el Planeta A (No hay planeta B) 6.070 millones de personas, lo que representa un incremento próximo al 32% en 22 años.
Amarillo. Producción alimentaria en un escenario de crisis climática. La gran mayoría de países reconocen que estamos viviendo un cambio climático, en el que hemos pasado de gestionar medias a tener que gestionar valores extremos. En este escenario, con precipitaciones cada vez más irregulares y con olas de calor cada vez más frecuentes e intensas, cada vez se hace más necesario que las parcelas de cultivo puedan tener aportaciones de agua en forma de riego. Hace tiempo comenté que estos efectos supondrán una ampliación de la superficie de regadío en latitud y altitud.
Naranja. Soberanía alimentaria de proximidad. La pandemia del Covid y el conflicto bélico en Ucrania nos han demostrado que garantizar el suministro de alimentos debe ser una prioridad estratégica, reduciendo la dependencia del exterior. Por dicha razón hay una tendencia a que los territorios produzcan cada vez una parte más importante de los alimentos que consumen. No me parece sostenible la propuesta de reducir regadío nacional para tener que importarlos desde continentes lejanos, por la huella de carbono asociada.
Verde. Reducción de las desigualdades entre zonas urbanas y rurales. El décimo objetivo de desarrollo sostenible habla de reducir las desigualdades, y cada vez hay más personas y recursos con- centrados en zonas urbanas y menos en zonas rurales, por lo que cada vez tenemos un mayor reto de abandono rural. El regadío permite incrementar los cultivos a realizar, pero sobre todo permite incrementar y estabilizar las rentas de los agricultores, por lo que es un instrumento fundamental en la lucha contra el abandono rural.
Azul. Impacto económico del regadío. A menudo escucho a responsables de las administraciones que el regadío multiplica x6 la productividad agrícola. Esta es una frase cierta cuando se pasa de cereales de secano (2.000 kg/ha de cebada) a cereales de regadío (12.000 kg de maíz/ha), pero el impacto del regadío se multiplica por mucho más cuando se pasa a producciones frutícolas o hortícolas de 40.000 kg/ha. Este discurso se debe actualizar/adaptar al incremento que supone el regadío en cada actuación. Al importante impacto económico del sector primario (agricultura, ganadería) se debe añadir la agroindustria, la cual no podría tener actividad sin la aportación de materias primeras producidas en condiciones de regadío. El sector agroalimentario en España representa más del 10% del PIB y más del 12% de ocupación. Cuando se habla del futuro del regadío, las decisiones tienen impacto directo en la macroeconomía.
Marrón. Mayor captura de carbono atmosférico. Se ha presentado una propuesta de reglamento en la Unión Europea para establecer un marco voluntario para certificar de forma fiable la captura y almacenamiento de carbono. Las personas que realizan estudios de suelos, saben que la cantidad de materia orgánica y carbono en suelos con régimen de humedad con aportaciones de agua, ya sea de forma natural o con aportaciones de agua de riego, son superiores a los suelos de secano con bajas precipitaciones.
Negro. Sostenibilidad del regadío. Los agricultores de regadío realizan su actividad en el medio rural, y con frecuencia se les considera uno de los principales gestores del territorio. Ellos son los primeros interesados en realizar una producción sostenible en sus parcelas.

Como ejemplo de cómo ayuda el regadío a la sostenibilidad pondré el ejemplo de cómo zonas de regadío se vuelven estratégicas en el control de incendios forestales de 6ª generación. El cambio climático, con episodios de muy altas temperaturas y contenidos de humedad muy bajos, está provocando que se registren incendios de potencias muy eleva- das. Para ayudar a controlarlos es importante encontrar un mosaico agroforestal donde existan parcelas de riego.

Fig. 4. 7 principales externalidades del regadío.

Hacía una Gobernanza del agua más digital y flexible

A menudo, también se recuerda la importancia de aprovechar la fuerza del adversario o, dicho de otra forma, es mejor ser flexible para adaptarse que tener posicionamientos rígidos. En la gestión del agua de riego, en un escenario como el actual con precipitaciones más irregulares, es importante poder incrementar el volumen de agua de los embalses. O que se pueda tener acceso a un mayor volumen de agua no convencional para riego a un precio sostenible.

Estas modificaciones requieren de la construcción de infraestructuras importantes que se alargan en el tiempo más de lo que se sería recomendable. Ante esta situación, en la que las obras de desarrollo rural avanzan más lentamente que el cambio climático, las comunidades de regantes deberán adaptar- se. En mi opinión esta adaptación para disponer de sistemas más flexibles pasa por 7 puntos, en los que la tecnificación y digitalización deben jugar un papel fundamental.

Blanco. Mejorar la eficiencia en el transporte y distribución del agua, con el objetivo de incrementar la eficiencia en la gestión del agua. Se debe abandonar la idea de que no importa qué agua captemos porque ésta vuelve al medio. Las comunidades de regantes deben captar únicamente la cantidad de agua que necesitan. Esto permite disponer de mayores reservas en el caso de tener eventos de sequía como el actual. La automatización y telecontrol en las captaciones, regulaciones dinámicas de los canales y la modernización ayudan a este objetivo.
Amarillo. Modernizar los sistemas de riego a nivel de parcela para aplicar el agua con la eficiencia más alta posible, especialmente en suelos de texturas gruesas donde se registran bajas eficiencias. La gestión del agua, cada vez, está más ligada a la gestión de la energía necesaria para poder disponer del recurso. Se deben combinar criterios agronómicos con criterios energéticos.
Naranja. Ajustar las dosis y la frecuencia de riego para aplicar al cultivo la cantidad de agua que necesita en cada momento. En aquellos casos en que se disponga de menores dotaciones, es importante saber en qué momento hay una menor sensibilidad del cultivo al estrés hídrico.
Verde. Medir de manera precisa el uso del agua. Cada gota cuenta, y la manera de poner en valor un recurso es medirlo con precisión. Disponer de esta información a nivel de parcela permite conocer en detalle el uso del agua de cada explotación, apli- car tarifas binómicas que promuevan el ahorro de agua en episodios de sequía o poder realizar balances de agua en sectores de riego.
Azul. Gobernanza del agua. El avance de la sociedad de la comunicación cada vez con más da- tos abiertos, y el objetivo de transparencia que se marcan las administraciones, nos llevan hacia una gobernanza más digital, transparente y en tiempo real. La pandemia del Covid nos ha enseñado que esta es la mejor forma de gestionar las crisis, y actualmente estamos viviendo una crisis climática.
Marrón. Adaptar los cultivos a los recursos de agua disponible. El refranero catalán dice “Que la peor cosecha es no sembrar”. Mi recomendación es que los comuneros dispongan de información, lo más precisa y actualizada posible, para poder planificar los cultivos de la próxima campaña de riegos. El precio de los diferentes inputs no creo que recomienden sembrar si hay altas probabilidades de no poder sacar adelante toda la superficie sembrada. Regar solo una parte del ciclo de cultivo, sin llegar a producir alimentos, no tiene sentido.
Negro. Planes de emergencia en situaciones de sequía. De manera similar al abastecimiento urbano, las comunidades de regantes deben compartir de manera transparente qué medidas se adoptarán para tratar de ajustar la demanda a una menor disponibilidad de recursos, y en qué momento se tomarán. Se debe entender que las restricciones empiezan en un estado de alerta, para evitar llegar a excepcionalidad o emergencia.

Fig. 5. 7 puntos hacía una Gobernanza del agua más digital y flexible.

Alguien se preguntará porque he seguido en este post los colores de los cinturones. La respuesta es esta foto. Han pasado más de 20 años, pero los diferentes colores representan una evolución.