Al redactar este post busqué imágenes en google. No sabía que imagen poner en el avatar, y la primera foto que me apareció fue este dibujo que ya utilizo Luis Martin en un post de 2014 en su blog hidrosostenible. Pienso que difícilmente podré encontrar otra foto que contenga la mosca, el cañón, y el agua.
En la digitalización de la agricultura en general, y en la gestión del agua del regadío en particular, cada vez existe más tecnología al alcance del Smart Farmer. Al comentar con responsables de explotaciones la tecnología que utilizan en la gestión de la explotación, normalmente aparecen las limitaciones de cada tecnología.
Para evitar que la agricultura no quede al margen de la tecnología debemos asesorar al agricultor de la mejor manera. Saber cuál es la tecnología que más se aproxima a la información que desea obtener, y teniendo en cuenta el coste de inversión/mantenimiento, y el nivel tecnológico necesario.
La solución SMART pasa por combinar las tecnologías que mejor se adaptan en cada momento a cada cultivo. Los datos son la gasolina de las empresas, incluida la agricultura, pero disponer de datos a mayor resolución representa un mayor coste. Por esta razón es importante adaptar tecnologías y resolución de información a la intensidad de cultivo. La capacidad de pago de un cultivo hortícola en invernadero es totalmente diferente a la de un cultivo extensivo en condiciones de secano.
La resolución de la información debe ser similar a la resolución de gestión de la explotación. No tiene mucho sentido saber el estado hídrico de cada árbol de manera individual, si después aplico un riego uniforme a sectores de riego de 10 hectáreas. No tiene mucho sentido saber el contenido de humedad cada 10 minutos, si programo el riego una vez por semana.
Hay tantas innovaciones tecnológicas que el futuro usuario muchas veces no sabe diferenciar si está tecnología se está utilizando a nivel investigación o si ya se realiza a nivel de fincas comerciales. Es importante conocer el tiempo que hace que se utiliza cada tecnología, y cuál es la cantidad de superficie o explotaciones que la han implementado.
A continuación describo tres tecnologías que se utilizan para la gestión del agua y de las explotaciones, y que durante el campaña de riegos de 2017 las utilicé de manera combinada.
- Series temporales de imágenes de satélite. Desde junio de 2017 se disponen de las imágenes de los 2 satélites gemelos europeos Sentinel, 2A y 2B, que permiten disponer de imágenes con una resolución 10x10 cada 5 días para poder realizar un seguimiento de la cubierta vegetal.
- Punto Fuerte. El satélite está constantemente tomando imágenes de la tierra. A partir de sensores hiperespectrales se puede tener información de la variabilidad del cultivo a un precio razonable, y disponer de un histórico de fotos de una determinada parcela.
- Punto Débil: La resolución espacial es menor. Esto puede parecer un inconveniente, pero se debe tener en cuenta la resolución de gestión de la explotación.
- Imágenes de alta definición obtenidas mediante aeronaves que pueden ser tripuladas o no tripuladas, o conocidas como, avionetas o drones.
- Punto Fuerte: La principal característica es la resolución espacial y la posibilidad de combinar sensores hiperespectrales y cámaras térmicas. Esto permite realizar análisis estrés hídrico a nivel de planta, detección de malas hierbas, daños de cosecha, etc.
- Punto Débil: Al tratarse de vuelos específicos, evitan el problema de días con nubes, pero se incrementa el precio del vuelo.
- Sondas de humedad del suelo informan del contenido de humedad en el suelo.
- Punto Fuerte: Tener información del contenido del agua a diferentes profundidades con alta resolución temporal (lecturas con varias lecturas por hora).
- Punto Débil: La sonda solo es representativa de suelos similares al que está colocada la sonda.
A continuación comentaré 2 combinaciones que entiendo se parecen a “matar moscas a cañonazos”, y que solo se justifican en determinados proyectos de investigación.
- Realizar seguimiento periódico del cultivo mediante imágenes de alta definición. Volar una parcela cada semana con avioneta o dron representa un coste elevado para la explotación, lo correcto es realizar un número reducido de imágenes de detalle, y a partir de aquí combinarlo con información de satélite.
- Disponer del contenido de humedad detallado de toda la parcela. Tiene sentido disponer de alguna sonda de humedad localizada en el suelo más representativo de la parcela. No tiene sentido querer tener tantas sondas de humedad como suelos diferentes. La variabilidad espacial de una parcela se debe obtener a partir de imagen de satélite o imagen de detalle.
Feliz Campaña de riego 2018!!!