Hoy es la diada de Sant Jordi, una diada muy diferente. Hoy las rosas son digitales, y las aglomeraciones de gentes en las paradas de libros se han trasladado a las redes sociales (directos de Instagram, etc.).
En esta diada tan diferente, he dedicado a escribir la sexta entrada de la serie #WaterpeopleAtHome.
Durante el agosto pasado estuve con mi familia en Argentina (Rosario, Iguazú y Buenos Aires). Ahora el río Paraná, que pasa por Iguazú, Rosario y desemboca cerca de Buenos Aires, está de actualidad por su estado hídrico. De este viaje salieron 2 post iAgua, uno más turístico centrado en la visita a Iguazú y el otro más profesional, con mi participación en el XXVII congreso de Aapresid.
El río Parana
Al consultar Wikipedia podemos destacar las principales características de este río.
- Con una longitud de 4.880 km, es el segundo río más largo de Sudamérica solo superado por el río Amazonas, y el 14º del mundo.
- La cuenca de la plata tiene una superficie de 2.585.672 km2
- El nacimiento está a 1.148 m y desemboca en el río de la plata.
- Un río que transcurre por Brasil, Paraguay y Argentina.
- Se clasifica como un río aluvial, porque arrastra una gran cantidad de sedimentos.
- Su caudal medio se sitúa en 15.000 m3/s a la altura de Rosario, y se situa en los 17.000 m3/s en la desembocadura.
También se recogen algunas de las principales crecidas. Como se puede ver, se han registrado crecidas con alturas próximas a 10 metros de agua y caudales de 60.000 m3/seg.
Situación 2020
Es evidente que la pandemia de la COVID-19 nos está afectando de manera global, y que el turismo de todo el mundo se ha visto afectado de manera muy importante.
Comparto una noticia del tiempo del pasado 17 de abril en la que se explica que las Cataratas de Iguazú están desoladas, porque ha coincidido en el tiempo las restricciones en el turismo debidas al coronavirus y una importantísima sequía.
Para explicitar las condiciones de sequía compartiré la noticia del 1 de abril de Robert Mur, corresponsal de la Vanguardia para Latinoamérica, con el título de las Cataratas de Iguazú sin agua. En la noticia hay un vídeo realizado por el Parque Nacional en el que se puede observar como el caudal ha pasado de 1.500 m3/s a 289 m3/s.
Con el paso de los días estos problema de sequías son mayores. Así en la siguiente noticia del Litoral, se presentan los niveles del río Paraná para diferentes momentos. Como puede comprobarse, entre la altura media y la altura a fecha de 21 de abril, el río ha perdido 3 metros de cota.
Tabla. 2 Niveles previstos para diferentes estaciones del río Paraná para diferentes momentos (Noticia del Litoral).
Acabaré con esta noticia del Clarín de hoy 24 de abril, en la que explica que el río Paraná en Rosario ha alcanzado los 0,40 m, el nivel del río más bajo en los últimos 49 años.
Algunas consideraciones
1. Cambio climático global
Cada vez hay más evidencias que estamos delante de un cambio climático que nos afecta a todo el planeta, ya sea en España, Argetina o España. Estamos en un momento que estamos pasando de precipitaciones extrema o inundaciones que nunca se habían registrado, pasando por incendios de sexta generación que son imposible de combatir.
¡Hemos de ser consciente de que no hay Planeta B!
Ante esta situación deberemos aprender a gestionar de una manera mucho más ágil y resiliente. Las demandas deberán adaptarse a la disponibilidad de los recursos.
Argentina es un gran exportador de alimentos en forma de grano o de carne. Seguro que esta sequía representará una gran pérdida en la producción. No olvidemos que entre todos debemos continuar alimentando el planeta.
Cuando estuve en Rosario, me explicaban que había algunas zonas que tenían problemas con el elevado nivel freático. Ahora, con este descenso del nivel de los ríos, el problema debe ser el opuesto.
2. Gestión de ríos internacionales en situación de baja demanda energética
La gestión de los ríos se debe realizar a nivel de Cuenca, y si las cuencas son internacionales también. En este caso se puede comprobar como las decisiones que se toman en las presas de Brasil están afectando de manera directa en la parte Argentina del río Paraná.
El paro causado en la mayoría de las actividades ha causado un descenso muy importante de la demanda de energía. La producción de energía hidroeléctrica, a diferencia de la eólica, se puede variar en el tiempo. El caudal del río aguas abajo de las presas debe cumplir unos mínimo por calidad medio ambiental, por afectación a la navegabilidad, etc….
3. Impacto medioambiental
Cuando existen descensos tan importantes en el caudal de los ríos, aparecen problemas de reducción de la calidad del agua. También se están registrando declaraciones que se está cometiendo un asesinato a la fauna ictícola, y que se debería declarar la veda de forma urgente.
Debido a la bajada del río se ha fiscalizado la actividad el río. Pero mientras el subsecretario de Recursos Naturales habla de una reducción del 50% de las capturas, un integrante del consejo Provincial pesquero critica una captura masiva aprovechándose de la bajante del río. Estas capturas se deben estar produciendo porque el kilo de suribí ha pasado de 200 pesos en semana santa, a 110 pesos ahora.
4. El río nos recuerda nuestro impacto
Este descenso tan importante en el calado del río ha provocado que queden al descubierto una cantidad de sedimentos, que en muchos casos contienen una gran cantidad de plásticos y microplásticos.
5. Impacto económico
El río Paraná es un río caudaloso que permite que en el puerto de Rosario, exista una importante actividad con embarcaciones de importantes dimensiones. En el titular de la revista se comparte que se estiman pérdidas semanales de 10 millones de dólares.
Esta situación de sequía en un río de casi 5.000 km tiene un período de recuperación mucho más largo.
Por todos los amigos de Rosario, de Argentina y del Planeta A, ¡que los ríos de está zona pronto puedan recuperar el nivel de agua!