Foto inicial: Presa de Nuestra Señora del Rosario I (Años 60 sXX - SGOP)
Dice el Cabildo de Gran Canaria en su web subjetiva de patrimonio histórico que un yacimiento arqueológico es un espacio en el que han quedado restos identificables de algún tipo de actividad humana del pasado. Por consiguiente, defendemos en la presente entrada de blog la tesis de que los dos espacios de las Presas del Rosario, construidas en el Barranco de Gonzalo antes de la llegada de los colosos de ladrillos (casas) y bloques (edificios), de aquella torpona urbe de Las Palmas, son yacimientos arqueológicos de gran interés cultural.
La antigua Presa de Nuestra Señora del Rosario I, construida entre 1931 y 1953, está en Hoya de la Plata, siendo su embalse en la actualidad un campo de fútbol. Se trata de una gran presa inacabada de mampostería con 22 metros de altura sobre cauce, con planta curva, talud de aguas abajo escalonado y con un paramento de aguas arriba vertical. El aliviadero se construyó posteriormente, posiblemente a finales de la década de 1950. En la fotografía aérea inferior se aprecia el escalonado regular de un muro que fue diseñado en 1925 con 35,90 m de altura, frente al escalonado irregular del tramo superior, así como las zanjas de cimientos de los dos estribos. En 2016 sólo se aprecia su coronación en planta curva, un resto claramente identificable de un tipo de actividad humana del pasado: obra hidráulica de agricultura de costa.
El muro de Nuestra Señora del Rosario II se localiza entre el barrio de Pedro Hidalgo y la Urbanización Tres Palmas. Se trata de una gran presa de mampostería de 23 metros de altura con cimientos [18 m de altura sobre cauce]. Construida en la década de 1950, sus singularidades son las siguientes: planta recta, paramento de aguas arriba vertical y su pasarela de acceso a la obra. En 2016 sólo se aprecia una parte de su coronación en planta recta, un resto claramente identificable de un tipo de actividad humana del pasado: otra obra hidráulica de agricultura de costa.
Se construyeron las presas cuando todo era campo: lomos y costa. Naturaleza hostil -cauce- alterada con la construcción de dos grandes muros de presa cuya relación se rompió con la conurbación de Las Palmas a través de sus riscos y lomos. El cauce de Gonzalo, intersticio ocupado por las primitivas obras hidráulicas del uso histórico dominante [la agricultura], se llenó de escombros, taludes de tierras, señales y huellas de una urbe espontánea y apartada de los núcleos históricos de Las Palmas. Pero estos muros de presa han permanecido en el tiempo y ahora son yacimientos arqueológicos identificables.
Todo el mundo [propios y extraños] sabe que es antiguo todo lo que existe desde hace mucho tiempo. Si con anterioridad hemos podido comprobar que en Gran Canaria existen depósitos de escombros de interés cultural que tienen 80, 70 o 40 años de paisaje, que es tiempo, mucho tiempo, entonces las grandes presas construidas en la primera mitad del siglo XX son muy antiguas, con edades comprendidas entre los 65 y 115 años [en explotación o fuera de servicio]. Nuestra Señora del Rosario I es una presa muy antigua, mientras que Nuestra Señora del Rosario II es una obra antigua.
Respecto al tiempo de las presas, ya en 1964 el Ingeniero de Vigilancia de Presas Manuel Alonso Franco, Encargado de la zona de Canarias de la Dirección General de Obras Hidráulicas (antigua Comisaría Central de Aguas), escribió que «las características generales de las presas antiguas de mampostería de cal en Canarias son la planta curva; la sección triangular con paramento agua arriba vertical y talud de agua abajo insuficiente para considerarla de gravedad pura; que muchas carecen de aliviadero y que hay una ausencia de drenaje de la fábrica, de galerías de visita y de desagüe de fondo; y que a pesar de que presentan una capacidad de embalse muy pequeña, tienen en general un gran número de tomas y una amplia galería transversal en su parte baja para la limpieza de sedimentos».
Queda claro que si un maestro de presas observó en 1964 que las presas canarias de fábrica pétrea con mortero de cal ya eran antiguas, entonces podemos pensar y defender en 2016 que las presas diseñadas y construidas en piedra con mortero de cal entre 1902 y 1949 son muros muy antiguos; mientras que las presas de mampostería diseñadas y construidas entre 1950 y 1964 son obras antiguas.
Parece que la Gran Canaria está repleta de yacimientos arqueológicos del agua; espacios con restos identificables de un tipo de actividad humana del pasado: la captación, almacenamiento o transvase de agua para la agricultura. Nuestra cultura del agua merece ser conocida, por su interés, singularidad y notorios valores históricos y culturales.
Aguas arriba de la Presa de Nuestra Señora del Rosario II se construyó una presa auxiliar para la retención de sedimentos. En la actualidad se encuentra enterrada bajo un campo de fútbol. Las casas sin pintar son los átomos de aquella conurbación informe en ladera hoy ciudad absoluta. Ningún Plan supera su toma de contacto con la realidad espacial, pero las cosas extraordinarias que tiene la Gran Canaria merecen ser conocidas.