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Captadores de agua de niebla en Gran Canaria: función de la cultura correspondiente

Sobre el blog

Jaime J. González Gonzálvez
Geógrafo contemplativo de presas. Una visión de las obras hidráulicas y no simples definiciones (Gran Canaria / Islas Canarias). Información al público, educación y crítica creadora. © textos y fotografías
Minsait
  • Captadores agua niebla Gran Canaria: función cultura correspondiente

En la magna isla de Gran Canaria el clima es el asombro de propios y extraños, sin que haya otro que le supere en excelencias. También lo es todo lo ingeniado por el hombre durante los últimos 500 años para captar, almacenar y trasvasar el agua para regar los 'campos fabricados' [bancales] en sus barrancos y costa: exponente del esfuerzo desplegado por el agricultor. El isleño ha sabido siempre amoldarse a las circunstancias, favorables o adversas, de cada momento.

Escribió un 'maestro de ideas' que la naturaleza es una función de la cultura correspondiente, luego 500 años de trabajo y sangre determinaron la existencia de varias culturas de agricultores que tuvieron su manera de observar la Naturaleza, de conocerla y utilizarla. Las primeras culturas derivaron las aguas continuas a través de surcos y construyeron minas de agua bajo los acarreos y conglomerados de los barrancos, excavaron pozos y pusieron azudes en los cauces a las aguas discontinuas para derivarlas a pequeños estanques. Posteriormente, desde finales del sXIX hasta 1980, la cultura de la 'batalla del agua' ejecutó miles de obras hidráulicas principales que cambiaron por completo el paisaje de la isla: estanques, pozos, presas, minas de agua, galerías, túneles de trasvase, canales, tuberías. También nos dejaron obras auxiliares, caminos de servicio, puentes, canteras, escombreras, edificaciones, ruinas, maquinaria abandonada, cantoneras, etc. Además, los agricultores y el Estado español plantaron y repoblaron con diferentes árboles [especialmente castaños y pinos] las cuencas vertientes de los barrancos del Norte para aprovechar las lluvias [objetivos: escorrentía superficial e infiltración]. Fue una cultura del agua irrepetible. 


Ilustración de Juan Carlos Santamarta ingeniero

En la actualidad, inmersos desde hace varias décadas en una 'cultura urbana' dominante donde se mezcla lo antiguo con las desaladoras, balsas, depósitos cerrados, etc., existen desde hace poco tiempo en el escenario insular los 'huertos hídricos' con captadores pasivos de agua de niebla: de nombre Recogedor de Agua Atmosférica [RAA]. Sus posibilidades expansivas van más allá de los usos agrícolas: abastecimiento a viviendas, recarga a depósitos o balsas para usos forestales (incendios, repoblaciones de monteverde, etc.), embotellado como producto gourmet o de lujo, riego de masas forestales críticas cuyas aguas naturales han sido saqueadas, etcétera. Tras llevarse a cabo un ensayo científico con 27 captadores de agua de niebla en una de las mejores zonas de la vertiente Norte de la isla con atmósfera nubosa [Llanos de Constantino - T.M. de Valleseco], con resultados satisfactorios [15.000 litros/año de media por RAA], la empresa Nieblagua instaló en 2017 su primer huerto hídrico con 18 RAA en otra zona de nieblas de la Gran Canaria. Cada huerto hídrico ejecutado con cuidado en el paisaje es una adaptación ostensible del hombre a las características del terreno y los usos culturales preexistentes, ya sea en un llano, en una ladera, en el interior de una finca agrícola, en un área de pastos, en el borde de un pinar, etc. Cada recogedor de agua de niebla ocupa una superficie de sólo 1,60 metros cuadrados, mientras que la superficie de captación de la nube de cada RAA es enorme: 56 metros cuadrados de malla. Por lo tanto, es incuestionable el valor de utilidad que tiene el conjunto, con los captadores, los depósitos de agua [de 8.300 litros cada uno], las conducciones y los equipos de filtración, ya que son los elementos y figuras del huerto de nubes que captan, recogen, filtran y almacenan con calidad lo que flota en el aire [el medio ambiente]: el aguala mejor materia prima que tiene la Naturaleza. La fotografía de un recogedor lo dice todo.     


Recogedor de agua de atmosférica [RAA] 

Júpiter envió a Menelao a visitar los Campos Elíseos que están en el fin del mundo, en los cuales no se siente la dureza del invierno, donde el aire está siempre puro y refrescado por las brisas del océano [Homero]

Las excelentes condiciones que presenta Gran Canaria a la instalación de más huertos hídricos requieren de una mirada atenta a lo dibujado. Por consiguiente, aportamos un viejo MAPA personal con las características pluviométricas de Gran Canaria, representación espacial que fue realizada en los años 80 del s. XX por un técnico que, según los que le conocieron, tenía la pluviometría de la isla metida en la cabeza. Las zonas de máxima pluviometría -referencias Pinar de Tamadaba, Pinos de Gáldar/Llanos de Constantino y Cruz de los Llanos/Presa de Cuevas Blancas- coinciden con las nieblas, fenómeno meteorológico que se aplica a la base del 'mar de nubes' que toca la superficie de la vertiente insular expuesta a los vientos Alisios [el Norte de la Gran Canaria]: desde el Macizo de Tamadaba hasta la Caldera de los Marteles y desde la cota 900 hasta la cota 1.500. Pero el techo de las nieblas es el gran macizo de la parte central de la isla, cuyo pináculo es el Pico de las Nieves [1.950,50 m.s.n.m.], así como todo el veril de pequeñas montañas y degolladas de la Caldera petrificada de Tejeda: características topográficas influyentes en la pluviometría absoluta.  


  Autor: Jaime González Pérez Topógrafo. Servicio Hidráulico de Las Palmas [Ministerio de Obras Públicas]


LEYENDA DEL MAPA


Huerto hídrico en explotación en Gran Canaria

EPÍLOGO. Los captadores de agua de niebla recogen las gotas de agua excesivamente pequeñas, casi microscópicas, que parecen flotar en el aire. El agua capturada por los hilos infinitos de la malla cae a los recogedores y es conducida hasta los equipos de filtración y sus depósitos de almacenamiento. Así pues, un huerto hídrico en explotación -agricultura de la atmósfera nubosa- obtiene agua natural que puede ser utilizada para regar cultivos, para ser consumida como producto de lujo en cualquier parte del cosmos [porque es canaria, pura, sana, ligera, sostenible y ecológica], para recargar depósitos de agua [aljibes, estanques, etc], para regar áreas de monte verde, etc. En definitiva, el agua de niebla es una realidad de la geografía, por eso hemos procurado exponer la relación que existe entre la obra diseñada por el hombre para captar un recurso hídrico que es la materia prima de la vida y las excelentes condiciones que presenta la montaña de la Gran Canaria para instalar más huertos hídricos. Ahora bien, los dones de la Naturaleza no son fructíferos sin una encarnizada labor, especialmente en una isla donde la envidia despierta tantas apetencias en cuestión de aguas. Por eso recordamos a los lectores que hay que volver a la antigua forma de proceder: si la Naturaleza lo permite la administración debe facilitar el trabajo de la iniciativa privada con la tierra, en vez de imponer ideas y normas desde una función pública cada vez más alejada de la realidad, es decir, de la NaturalezaTengamos agua donde el aire está siempre puro y refrescado por las brisas del océano y lo tendremos todo.   

Expresión personal.

Agradecimiento profundo a la empresa Nieblagua por las fotografías del huerto hídrico en explotación y al Ingeniero Juan Carlos Santamarta por el dibujo.