La Campana de la Carta Etnográfica de la FEDAC [Cabildo de la Gran Canaria] en el tramo bajo del Barranco de los Cernícalos es una laja de fonolita. Un dato insignificante si tenemos en cuenta que La Campana de la Mina LA FEDERICA tiene más de un siglo de antigüedad en el mismo lugar. Otra obra de nuestra cultura del agua con historia y datos del pasado. Resulta sorprendente que la campana de acceso y aire a la mina, un agujero en el terreno con un imponente muro perimetral de piedra seca que tiene unos 10 metros de diámetro, no haya sido observada y analizada por los encargados del patrimonio histórico de la Gran Canaria. La indiferencia de los arqueólogos a los patrimonios hidráulico, minero e industrial tiene su ejemplo en la combinación extensa de la mina y pozo LA FEDERICA: nada está registrado en la Carta Etnográfica de la Gran Canaria. Un error ostensible.
El trabajo subterráneo ejecutado en LA FEDERICA es impresionante, sensible, duradero. El cuerpo cilíndrico y materiales pétreos del pozo, en el interior de la sala subterránea pegada a La Campana de la mina, es el símbolo rígido de todas las obras ejecutadas en aquel tiempo del agua: aunque todo en La Federica es impresión simbólica para los visitantes despiertos. Para contemplar este soberbio monumento subterráneo, otro tesoro de nuestro impresionante patrimonio hidráulico, hay que observar y analizar con anterioridad un canal que inicia su recorrido desde la boca de la mina; el edificio del pozo, con sus máquinas y campana; y la extraordinaria campana de acceso a la mina, que es la construcción notable que aporta el nombre al lugar. LA CAMPANA no es una piedra sino una expresión artística de la explotación hidráulica del barranco.
Para contemplar la formas perdurables de la catedral cultural de La Federica hay que caminar por un barranco que nos enseña con su trazado el canal que trasvasa las aguas desde la boca de la mina hasta el estanque de la Comunidad La Federica. Al llegar al pozo y su escombrera -puro arte superficial- los visitantes contemplan en la casa de máquinas los ornamentos de hierro y hormigón de su pasado: morada superficial de toda la obra de arte de La Federica. La boca del pozo está cerrada bajo la gran viga de hormigón, pero las viejas máquinas instaladas en la otra vida son hoy figuras primitivas donde se hace arte. Detrás del pozo el grueso muro de piedra seca con planta circular protege y delimita La Campana de la Mina LA FEDERICA. Su sólida escalinata helicoidal da paso a la caverna donde se funden la mina y el pozo. La mina se ejecutó mucho antes que el pozo, pero su combinación tiene ya más de 75 años. Es incuestionable su valor de antigüedad, aunque su gran interés cultural está en su valor de unidad en sentido estricto.
El maestro de los pozos y las minas de Gran Canaria Emilio Fernández González nos cuenta en su magnífico artículo sobre las captaciones en Gran Canaria (1974) que el motor RUSTON aparece con la llegada a Gran Canaria del inglés David J. Leacok, pero después, al iniciarse la guerra civil española, el motor Ruston fue sustituido por el Blandy. Es incuestionable que el Pozo La Federica pertenece al tiempo y tiene la potencia expresiva en sus formas, materiales y figuras.
La Mina La Federica no aparece analizada en el libro las Minas de agua en Gran Canaria (2014) de Francisco Suárez Moreno. Sólo se recoge en el mismo la existencia y localización de la mina pero con el nombre Mina de Morera, en referencia a su propietario Federico Morera. Los datos de su concepción y nacimiento, así como la valiosa información oral aportada por Daniela Santana Florido, dicen que la mina se ejecutó durante el último tercio del siglo XIX mientras que el pozo se construyó, posiblemente, en la década de los años 30 [sXX]. Pero como la historia trata de la realidad, en 2017 la combinación extensa y singular de estas dos construcciones del pasado atestiguan a los lectores contemplativos el magno interés cultural que tiene todo el conjunto mina-pozo. Además, lo dibujado en el mapa superior -obra de los ingenieros de minas de la segunda mitad del sXX- fue parcialmente contrastado durante la visita al lugar por dos especialistas de MELANSIS Sociedad Entomológica Canaria, Manuel Naranjo y Sonia Martín; y los "senderistas habituales" Álvaro Monzón, Manuel J. Sancho y Juan Jiménez. También pudimos descubrir en superficie y observar desde lo alto el agujero que hay aguas arriba de La Campana y que en el mapa aparece con el nombre de POZO. Las fotografías lo dicen todo:
La potencia expresiva de la combinación pozo - mina LA FEDERICA en la Gran Canaria es suficiente para considerar a este conjunto cultural monumento de ingeniería. Otra obra hidráulica de arte inmortal.
Agradecimiento a todos los acompañantes.
Expresión personal.