La presa construida en el siglo XX en el Barranco del Draguillo, en el municipio de Gáldar (Isla de Gran Canaria), ya no es un hito geográfico. Su paramento de aguas abajo ha dejado de "notarse" en el paisaje tras la fabricación de una sorriba moderna bajo plástico. A pesar de estar registrada en el CATÁLOGO ARQUITECTÓNICO DE GÁLDAR (Bienes Etnográficos), para su "conservación", su degradación comenzó hace más de una década, hasta completar la tragedia en 2021. Es incuestionable que, dejar fuera de la protección la estética y la funcionalidad del talud seco de la estructura, no se ajusta a lo que dice el Catálogo. Pero Gáldar es diferente.
Sin embargo, frente al culto de lo útil, un campo artificial de cultivo sobre un cauce, prevalecerá siempre la alteración histórica de la Naturaleza: la construcción de un muro de presa para cerrar el barranco por parte de un genio del pasado.
La Presa de Mister Leacock, una obra muy antigua y diferente al resto de las grandes presas construidas en el Norte de la isla, no tiene ningun valor cultural para las administraciones públicas (Consejo Insular de Aguas, Ayuntamiento de Gáldar, Cabildo de Gran Canaria); para los arqueólogos de la Corporación Insular (sólo inspectores del aborigen canario); para los ecologistas subvencionados de aquí y de allí; y para el alcalde del municipio de los mil estanques, menos el Estanque destruido de los Ingleses hace un par de años (era una pieza de arte de mediados del siglo XIX).

La Presa de Mister Leacock, dibujada en 1962 con esa planta curva en su estribo derecho (un error), fue hincada en el barranco entre el Lomo del Pleito y los Llanos de la Cruz. El sentimiento de lo dibujado hace 60 años ya no existe. Está muerto. Ahora sólo podemos contemplar la pieza maestra del pasado desde aguas arriba. ¡Todos conocemos el nombre del verdugo!

Desde la década de 1960 sólo la Presa del Toronjo, en el municipio de San Mateo, tenía su talud seco oculto a la contemplación. Presas en explotación. Sin embargo, en los últimos años la "moda" en Gran Canaria, bajo el signo político de Nueva Canarias, es la de destruir obras hidráulicas (estanques del sXIX o cantoneras antiquísimas), para contruir edificios o ampliar calles, etc.; o rellenar con escombros o tierras embalses y cauces (movimientos de tierra gigantescos). Es incuestionable la degradación ecológica, paisajística y cultural que sufre la isla desde la llegada de los nuevos canarios en 2015. Las actuaciones constantes en el territorio, por los entusiastas de la ecoisla, conllevan la destrucción o desvalorización de obras hidráulicas singulares con historia; o bien, la alteración profunda del paisaje porque una parte de la obra hidráulica (que también es funcional) desaparece de la observación. Una gran presa no es segura si con una amplia galería de fondo pierde su funcionalidad como desague. La seguridad de presas en Gran Canaria es diferente.

En el artículo La grandeza peculiar de una presa desconocida de Gran Canaria, publicado en iAgua en 2017, aporté los datos que demostraban que la Presa de Doña Amalia en Arucas era una gran presa. La diferencia de cota entre el punto más bajo de su cimentación y el punto más alto de su estructura resistente supera los 15 metros de altura. El muro de presa de Doña Amalia tiene 17,25 m de altura con cimientos. En 1999 tomé una foto desde lo alto con el agua detenida y almacenada para regar. Eran otros tiempos donde la función pública vertía sus escombros en otros sitios. También dije en 2017 que la función pública había dejado vía libre a la destrucción del paisaje con el relleno parcial de su vaso con escombros y tierras procedentes de la construcción. Desde 2021 la magna Presa de Doña Amalia es otra presa escombrera de la Gran Canaria, al igual que las grandes Presas del Rosario y la Presa de San Lorenzo.

En el reciente artículo Evolución temporal de los diseños de grandes presas en Gran Canaria (Islas Canarias), publicado en la revista científica Informes De La Construcción, 73(564), e423, expusimos que en Gáldar el ingeniero Manuel González diseñó en 1924 una presa de 20 m de altura sobre cauce con un perfil racional típico, aunque con una singular forma poligonal (segmento de arco de circulo de 200 m de radio de 107 m de longitud y dos tramos rectos de 26 y 35 m de longitud respectivamente). Lo dibujado en el proyecto:

Aportamos a continuación un croquis de la planta que fue dibujado por un técnico del Servicio Hidráulico de Las Palmas en 1971:

En la planta del proyecto se observa con claridad la amplia galería de limpieza diseñada en 1924, así como el talud escalonado de aguas abajo y la planta poligonal de la presa con el lado más largo con ¡planta curva! Y su aliviadero localizado en el estribo derecho. Se aporta el perfil tipo de la presa imaginada en 1924 para cerrar el Barranco del Draguillo:

La concesión para construir la presa fue otorgada en 1934 pero a pesar de la carencia de aglomerantes y mano de obra (entre 1936 y 1946) la mayor parte de la Presa de Mister Leacock fue construida: 17 m de altura sobre cauce, planta poligonal con los tres tramos rectos y un perfil superabundante respecto al del proyecto (un macizo más robusto).
En 1954 el presista vasco Julio Alonso Urquijo firmó el Proyecto de recrecimiento o terminación de la presa hasta la altura de 20 m. Las obras se llevaron a cabo entre los años 1956 y 1957. Tal y como se recogió en el Acta de reconocimiento final de las obras autorizadas a Don David J. Leacock, para aprovechar aguas públicas discontínuas de las que discurren por el barranquillo del Draguillo, la altura del muro de presa es de veinte (20) metros, con un pretil de sesenta (60) centímetros junto al paramento de aguas arriba. El espesor de la coronación es de dos (2) metros y cincuenta (50) centímetros. En la misma coronación, en el paramento de aguas abajo, existe una barandilla metálica.

La planta de la presa sigue una traza quebrada, formada por tres alineaciones rectas de 194,50 m de longitud total. El tramo central es el de mayor longitud (120 m), realizándose en el promontorio de la margen derecha dos quiebros hacia aguas arriba, resultando una planta singular dentro de las presas canarias.

El perfil de la presa es de gravedad, con sección triangular de paramento de aguas arriba vertical y escalonado en el de aguas abajo, con un talud medio de 0,8. La altura máxima sobre el cauce es de 20 m. La coronación está formada por triángulo de 2,5 m de anchura, que dispone de un pretil de pequeña altura, pero robusto, del lado de aguas arriba. El macizo de la presa es de mampostería, revestida en ambos paramentos con fábrica de sillería, de aspecto un tanto rudimentario como resulta habitual en las presas canarias de mediana altura. Carece de galerías y drenaje. Tiene una amplia galería de limpieza. El aliviadero, si es que se puede denominar como tal, consiste en un rebaje del murete de la coronación en la zona del estribo derecho, de 0,75 m de longitud y 0,55 m de altura de lámina, que vierte directamente sobre la ladera. Respecto al embalse, gran parte del vaso está impermeabilizado. La presa es de titularidad privada.

La construcción de la presa primitiva (17 m de altura) supuso la realización de un muro más robusto que lo diseñado en 1924. El recrecimiento posterior sólo completó los tres metros de altura que faltaban por ejecutarse, bajo nuevos cálculos de su estabilidad. La Presa de Mister Leacock sigue ahí, pero ahora oculta detras de una sorriba moderna que ha tapado la monumentalidad cultural de la obra. La decadencia de la cultura del agua en Gáldar es un hecho. Los nuevos canarios de la ecoisla seguiran destruyendo el paisaje y las obras hidráulicas de la batalla del agua (siglo XX), y añadiendo extrañas tergiversaciones a la historia para completar la destrucción ecológica y paisajística de la Gran Canaria.
Expresión personal.