El Cortijo de Samsó en el macizo 'islote' de Tamadaba es un escenario de 'Naturaleza cultural' repleto de obras hidráulicas. Esta creación autónoma de piezas maestras, ejecutadas con esfuerzo y tesón y ejemplo vivo de la laboriosidad de los hombres y mujeres de Agaete, es un 'museo del agua'. Probablemente lo que mayor asombro causa en este pequeño lugar de Tamadaba es observar la labor gigantesca del hombre frente al paisaje.
“He construido castillos en el aire tan hermosos que me conformo con las ruinas” Jules Renard
Dicen que el paisaje no es algo estante y permanente, sino un momento efímero de su historia, y que la construcción desaparece bajo la riqueza del decorado, pero a pesar del tiempo y la marcha progresiva de un bosque muy 'humano' que recrea el ánimo, las obras hidráulicas afirman la utilidad del cortijo: sus edificaciones, ruinas, caminos, terrenos de cultivo, canteras, escombros y lo demás. Dicho de otro modo: el Cortijo de don José Samsó Henríquez (1890 – 1965) no es un PAISAJE NATURAL carente de alteraciones humanas, sino una colección de alteraciones antrópicas cuya contemplación mejora la belleza del paisaje. Incluso los depósitos de escombros y las canteras tienen expresión.
El Cortijo de Samsó es la suma de los antiguos cortijos de Siete Pinos y Tamadaba. El primero estaba compuesto de terrenos montuosos de labradío y arrifes con casas, cuevas, algunos remanentes de agua, un estanque y varios pinos. El segundo cortijo era en su mayor parte montuoso y tenía casa, albergues, La Laguna y un albercón [Estanque de los Rosales]. La Laguna aparece marcada y citada en un viejo mapa de 1848 y es la joya patrimonial de las obras hidráulicas del 'museo del agua'. Si toda construcción afirma, el muro de piedra, tierras y 'pinos' de La Laguna, con su utilidad en el tiempo, su antigüedad y su valor histórico, es una obra hidráulica de gran interés cultural [OHGIC]. Esta vieja obra maestra de la 'Naturaleza y el hombre' no fue registrada por los 'expertos' en la Carta Etnográfica del Cabildo de Gran Canaria [2003], al igual que otros muchos bienes hidráulicos construidos en el Cortijo. Fueron registrados en 2008 - 2009 pero los 'expertos' arqueólogos y antropólogos del Cabildo nunca han registrado una de las obras principales, la portentosa Tubería Samsó, cuya construcción finalizó en 1942. Se trata de una tubería con un tendido de unos 18 Km que parte desde el cortijo [a 1.005 ms.n.m.] y con un atrevido sifón en el Valle de Agaete [a 170 m.s.n.m.] llega hasta las zonas de Guía y Gáldar para regar los jardines fabricados por 'el hombre'.
Entre 1939 y 1954 lo construido por Samsó -obras hidráulicas, terrenos agrícolas, casas y caminos- sólo tenía un decorado interior conformado por varios pinos, pero el cortijo estaba rodeado por el viejo pinar de la Cordillera de la Cumbre de Tamadaba. Desde 1954 hasta la actualidad sólo los muros y embalses de las presas, el suave vaso de La Laguna y las áreas agrícolas primitivas son visibles desde el cielo [fotografías aéreas]. En general, el resto de las piezas del museo se encuentran bajo la mancha de un Pinar de Tamadaba cultural.
Las obras de arte del 'museo del agua' de Tamadaba son La Laguna; la Tubería Samsó; las presas de Rajones, las Lajas, Nueva y Tamadaba [gran presa]; los canales de Tamadaba, Riego de Saavedra, Rajones y los Tesos; los estanques de Saavedra, Rosales, Mateo, las Huertas [dos estanques] y la Piscina; y los escombros, las canteras y otras figuras hidráulicas que aparecen y desaparecen durante su recorrido. Dijérase que este gigantesco tesoro patrimonial de obras culturales mantiene su conservación por la 'explotación del agua' para regar los campos 'fabricados' en la costa. La realidad es que la conservación de lo ejecutado ha sido posible por la explotación hidráulica del lugar desde 1942. Una explotación de la iniciativa privada. Con esto está dicho todo.
Más información en Siete presas, nueve estanques y una tubería CORTIJO DE SAMSÓ – TAMADABA. GRAN CANARIA 1907 – 2009.
Expresión personal.