Su nombre primitivo es el de Majada Alta, todo el mundo la conoce como Presa de las Cuevas de las Niñas, pero todos decimos las Niñas. Todo es tiempo. Según determinó el Servicio Geológico de Obras Públicas en 1972: la densidad de su fábrica es muy baja, del orden de 1,80 Ton/m³, por lo que la estabilidad debe ser precaria. 2017: sigue en pie, no está en un barranco principal, la cal es lo que tranca, la obra primitiva es sólida, la estructura tiene historia. Miles de personas, propios y extraños, pasan por el lugar cada año. El pasado domingo 25 personas visitaron el escenario cultural de la que fue durante unos pocos años la presa con mayor embalse de todas las Islas Canarias: 5,181 Hm³ [entre 1958 y 1964]. Todos los visitantes comprendieron el valor cultural que tiene el conjunto: la obra principal, las complementarias y las auxiliares. Todas las presas de embalse tienen una íntima vinculación con el entorno, pero desde 1972 la vinculación de las Niñas con la Naturaleza es aún más estrecha. El hombre sigue sin estar preocupado: no comprende su valor cultural, no entiende la esencia de su técnica.

El Cabildo de Gran Canaria sólo organiza visitas guiadas al patrimonio arqueológico, cosas del cesarismo de los arqueólogos, pero las grandes presas de embalse también son testimonio y expresión relevante de nuestra cultura. Estas sólidas y perdurables obras de ingeniería tienen en su mayoría una singularidad de edad y continuidad que los visitantes pueden apreciar y reconocer en sus formas, materiales, escombros y creaciones.

Todas las presas de embalse tienen una íntima vinculación con el entorno
No hemos conseguido desde 2011 que los arqueólogos encargados del patrimonio histórico en Gran Canaria, los filólogos del Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria y los políticos de la Corporación Insular trasladen cientos de proyectos de presas al Archivo Insular, patrimonio documental histórico que está almacenado en el Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria. Tampoco hemos conseguido que organicen visitas guiadas a las grandes presas. Pero seguimos haciendo lo necesario para informar al público de lo nuestro. Visitar las Niñas y su espectáculo grandioso de obras y creaciones también forma parte de lo necesario. La visita fue un éxito. Todos pudieron contemplar la realidad quieta de nuestra cultura del agua: un muro de gravedad, fábrica de mampostería con mortero bastardo, planta recta, longitud de coronación 130 m, altura sobre el cauce 32 m, con taludes 0,80 aguas abajo y 0,07 aguas arriba, y el aliviadero lateral por la margen derecha con un túnel de descarga de 85 m excavado en la roca.


Alejados del pensamiento urbano los visitantes también pudieron observar y analizar lo demás: escalinatas, cantoneras, galerías transversales, tomas, llaves, canal, canteras, estructuras auxiliares, escombros, canal-tomadero, el azud de Majada Alta y otra creación artística del lugar: el signo de la Paz ☮






Otra obra titánica de nuestro pasado con dos edades muy distintas: la presa vista tiene 59 años, pero el muro primitivo construido entre 1935 y 1943 tiene 74 años. Las Niñas de Majada Alta es otra vieja presa de la Gran Canaria pero con un maquillaje singular que vale la pena contemplar con embalse lleno. Todos los visitantes pudieron comprobar la falta de tacto cultural, técnico y político que tienen los arqueólogos, que dicen que una presa con filtraciones no cumple con su objetivo; los filólogos del agua, que ponen trabas a la investigación histórica y a la correcta conservación del patrimonio documental; y los políticos insensibles del Nuevo Archipiélago Canario, que no hacen absolutamente nada por nadie. Todos estos romanos sólo ven las cosas desde un punto de vista partidista. La estabilidad de las Niñas debe ser precaria, pero la estabilidad de estos romanos dura ya demasiado. Otra vez el tiempo.
Expresión personal.