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El cambio de paradigma en las políticas de regadío en la administración pública de Aragón

Sobre el blog

Jesús Nogues
Director general de Desarrollo Rural en el Gobierno de Aragón.

Publicado en:

Portada iAgua Magazine
  • cambio paradigma políticas regadío administración pública Aragón

En un medio de la aridez del valle medio del Ebro, en el que se sitúa el grueso de las explotaciones agrarias de Aragón, el regadío ha sido de forma secular, la única alternativa capaz de asegurar aquellas producciones que han permitido fijar mínimamente la población en el territorio. Muestra de ello son infraestructuras diversas que datan de los periodos romanos o árabes y que, en muchos casos, siguen funcionales en la actualidad, así como el desarrollo posterior ya a lo largo del siglo XX, de los grandes sistemas de regadío cuyo origen conceptual se sitúa en las corrientes ideológicas del Regeneracionismo.

En resultado de todo ello son las 413.000 hectáreas de regadío de Aragón en el marco de unas 2 millones de hectáreas de superficie agraria. Superficies de regadío que no únicamente aseguran la producción de alimentos de forma estable, sino que son un elemento esencial en la fijación de la población en el medio rural. Tanto es así que en Aragón, se produce un ajuste cuasi perfecto entre las zonas regables y las zonas con mayores densidades de población. El resto de zonas rurales son desiertos demográficos, con unas densidades de población menores de 5 habitantes por kilómetro cuadrado.

En dicho escenario e incluso en el siglo XXI, la política de regadíos en Aragón es clave para la Administración Autonómica, habiéndose impulsado en los últimos 7 años un cambio de paradigma en la sistemática de apoyo público, el cual se sustenta en los siguientes axiomas:

Limitaciones de disponibilidad económica de fondos públicos para el regadío. Si bien hasta bien avanzado el siglo pasado, la política de regadío con la planificación de grandes sistemas o las políticas de colonización, se podría situar conceptualmente como una política social, en la actualidad y en el marco de una sociedad avanzada, son otras las prioridades en cuanto a políticas sociales, por lo que el desarrollo y modernización del regadío debe sustentarse en mucha mayor medida en financiación privada. Así, el nivel de apoyo público de la administración autonómica tanto en creación de regadíos como en modernización de los ya existentes, se sitúa en un intervalo de entre el 30 % y el 50 %.

Las superficies de regadío aseguran la producción de alimentos y son un elemento esencial en la fijación de la población en el medio rural

La significativa financiación privada necesaria en el nuevo modelo, se ha planteado en Aragón fuera del modelo concesional, apostando decididamente por las Comunidades de Regantes que, como corporaciones de derecho público, han demostrado ser capaces de obtener la financiación privada necesaria y dotarse de los medios técnicos y humanos para la ejecución directa de las obras. De este modo, la participación de la administración autonómica se circunscribe a un sistema meramente subvencional. El papel nuclear que anteriormente tenía la administración, heredado de la Ley de Reforma y Desarrollo Agrario de 1973, en cuanto a promotora, ejecutora y financiadora de las diferentes actuaciones en el ámbito del regadío, ha sido sustituido por las Comunidades de Regantes.

La menor necesidad de fondos públicos y de recursos humanos y materiales de la administración destinados a cada proyecto derivados del cambio al modelo subvencional, han permitido a través de convocatorias públicas de subvenciones por concurrencia competitiva, abordar simultáneamente un mayor número de proyectos, movilizando a partir de las aportaciones de fondos públicos, importantes fondos privados aportados por las Comunidades de Regantes.

El resultado de estos siete años, desde 2016 hasta la actualidad, es la puesta en marcha en el ámbito de la creación de nuevos regadíos de 16 proyectos, con una superficie total de 29.260 hectáreas, una inversión total de 291 millones de € y un apoyo público de 134 millones de € con la peculiaridad que la gran mayoría de dicho apoyo público es pagadero en 25 años, conforme las comunidades de regantes amortizan sus préstamos, lo cual eleva a corto plazo el efecto multiplicador de fondos privados por cada euro público invertido. Y en el ámbito de la modernización de regadíos, se han aprobado un total de 98 proyectos, con una inversión total de 158 millones de € y una subvención de 79 millones de €, permitiendo, además de la mejora y optimización energética de las infraestructuras ya existentes, el paso de riego a manta hacia riego presurizado de 19.950 hectáreas pertenecientes a 4.950 regantes. Todos estos proyectos cuentan con un horizonte de finalización de obras previsto para el año 2025.